Todos contra el “lilito” Hernández Maqueda

La denuncia de un pacto entre el presidente Mauricio Macri y el gobernador Juan Schiaretti por parte del líder de la Coalición Cívica, Gregorio Hernández Maqueda, cayó como uno de los tantos cimbronazos que viene padeciendo el seno de Cambiemos. La acusación que tomó relevancia a nivel nacional despertó el enojo de los referentes de las otras fuerzas, incluso con varios de ellos desestimando la palabra del “lilito”. “Está loco el pibe. Se pasa de rosca. ¿Qué busca? Sobre que no tenemos k… para ponernos de acuerdo en cada paso que damos aparece él hablando de un pacto entre Macri y Schiaretti…”, lanzó el referente de una de las fuerzas que integra la coalición. Es más, algunos se animaron a pensar que está buscando marcar posiciones para aspirar a un lugar antes de las definiciones, ya sea en la Legislatura, en el Concejo o en el Congreso. ¿Será? Por las dudas, en las últimas horas de la tarde del viernes Hernández Maqueda bajó los decibeles y mandó un “tuit conciliador”: “Yo quiero que Mauricio Macri gane en Córdoba y también en el país, sin pacto con el peronismo. Se puede. Hay que animarse”, lanzó. 

Se busca “vice” del peronismo en la Capital
Los que conocen el “minuto a minuto” de la interna del PJ en la capital cordobesa insisten con que es “muy difícil” que Martín Llaryora decline su candidatura a la intendencia. Es más, algunos se apuraron durante los últimos días del año y empezaron a armar un boceto de eventuales compañeros de fórmula del sanfrancisqueño para lanzarse a la carrera por el Palacio 6 de Julio.  Uno de los que empezó a tallar es el también compañero de bancada de Llaryora en el ámbito de la Cámara de Diputados, Paulo Cassinerio. El joven fue el encargado de encabezar el operativo clamor de hace algunas semanas en los medios y una persona de confianza de Alejandra Vigo, referente schiarettista en la capital cordobesa. Un poco más atrás, pero también con chances, empezó a correr el actual Secretario de Transporte de la Provincia, Gabriel Bermúdez. A pesar de que son varios en la estructura del PJ capitalino que admiten que la chance es más lejana. 

El juecismo también apunta al departamental por Punilla
Las piezas en Cambiemos no terminan de encajar y son varios los que se empiezan a preocupar dentro de la coalición. Pero no sólo entre los que deben definir las candidaturas principales como lo son el binomio provincial y la fórmula capitalina, sino también entre aquellos que desde el interior aguardan que se diriman los postulantes. Un caso emblemático es el de Punilla, cuya candidatura a la banca de legislador departamental no está definida y a la disputa entre los radicales Eduardo “Cacho” Arduh y Hugo Capdevila se le sumó la del juecista Walter Gispert. El hombre que formó parte en algún momento parte del gobierno del intendente Esteban Avilés ahora está dispuesto a ir en busca de la Unicameral, pero son varios dentro de la coalición los que aspiran a quedarse con ese casillero. Incluso, el juecista Alfredo Somoza y la macrista Viviana Massare, actuales parlamentarios provinciales. 

Sigue el enojo por los actos peronistas 
El clima en el peronismo trata de ser contenedor. Nadie se anima a levantar la voz para cuestionar algunos lineamientos que vengan desde los despachos principales del Panal. Sin embargo, lo cierto es que algunos esperaron que termine el año para manifestar lo que no les gustó de los actos que llevó adelante el peronismo en los últimos días del 2018.  Por ejemplo, luego del brindis por el comienzo del año y antes de irse de vacaciones, a un alfil del PJ se lo escuchó molesto por haber quedado relegado a la segunda fila del acto que se hizo en el Quórum y que tuvo como orador central al gobernador Juan Schiaretti. El enojo del peronista que terminó sentado atrás de una primera fila con llaryoristas, delasotistas y schiarettistas fue directamente contra los organizadores del acto y dicen que se fue “muy molesto” con Carlos Caserio y Manuel Calvo, encargados de disponer en qué lugar se debía sentar cada uno. 

El DJ de la Unicameral
La noche del 31 y madrugada del 1º de enero tuvo a todo el mundo celebrando el final del 2018 y el ingreso a un 2019 que estará cargado por las elecciones que se darán en los distintos distritos. Será que por eso, para relajar tensiones antes de un año que será cargado, al community manager (el responsable de manejar la cuenta de Twitter) de la Legislatura cordobesa no se le ocurrió otra cosa que festejar la llegada del nuevo año con buena música. Un poco de reggeatón, algo de trap, todo fue sonando en una fiesta que seguramente compartió con familia y amigos pero de la que se terminaron enterado todos los que están empapados del pulso de la Unicameral. ¿Por qué? Porque el amigo virtual no tuvo mejor idea que darle “me gusta” a cada uno de los videos que iba reproduciendo en su fiesta y esto se replicó ¡en la cuenta oficial de la Legislatura! Recién después de varios temas, alguien le avisó lo que estaba sucediendo en el mundo de las redes y allí borró cada uno de los tuits.