Córdoba: asoman cambios en el gabinete de Daniel Passerini en la Municipalidad para relanzar la gestión
Es un acuerdo con el gobernador Martín Llaryora en la búsqueda tomar control de la agenda en la capital. Circulan encuestas con números caída de imagen que preocuparon. Algunos secretarios buscarán más protagonismo en la provincia y un legislador se pasaría al Palacio 6 de julio.
Daniel Passerini está necesitado de retomar el control de la Municipalidad. Recibió una administración con pocos hombres de su confianza y el “mileazo” fue un huracán que lo obligó a reconfigurar y replantear prioridades. Las encuestas de estas últimas semanas llegaron a preocupar a las autoridades: oxigenar la gestión es el norte.
Para eso ya hay acuerdo con Martín Llaryora y con el ex gobernador Juan Schiaretti. El primer paso es volver a tener políticos en puestos clave y concentrarse en lo local. Ya quedó en el pasado los viajes a Capital Federal, el epicentro volverá a ser Córdoba para que la capital sea nuevamente protagonista. Las encuestas (algunas adelantadas por Perfil Córdoba) muestran una caída importante en la ciudad que le dio el triunfo provincial a “Hacemos”.
El intendente, al no poder ser reelecto debe demostrar continuidad en sus bases en dos frentes. El primero, mantener el nivel de acciones que caracterizaron a LLaryora post pandemia y le lo depositaron en el Panal; el segundo, para que su partido se sienta con proyección de seguir gobernando la capital. En este punto, los dirigentes cercanos a la senadora Alejandra Vigo levantan la mano. Se muestran presentes y a la par, pero tallando con cuidado.
Rodrigo Fernández, el secretario todo terreno ya no puede absorber nuevas áreas. Es la persona del riñón de “Daniel” que, junto a Sergio Lorenzetti y el concejal Martín Simonian, conforman “la mesa chica”. Si Fernández logra acomodar el transporte urbano y mejorar los controles en los espectáculos nocturnos, se convierte en un serio candidato para suceder a Passerini. Aunque para eso falte mucho.
Mucha demanda y dinero que no alcanza
Desde hace semanas, Fernández viene manteniendo reuniones políticas en centros vecinales y ampliando el contacto directo con los vecinos. A estos mítines no asiste Passerini, por ahora. Pero si hay dos invitados constantes: los legisladores Leonardo Limia y Pablo Ovejeros.
La intención es que estos dirigentes se sumen a la gestión. Uno de ellos con presencia en el gabinete. El que suena más fuerte es el capitalino Limia, quién no podrá renovar en la Unicameral. Si entra alguien a la Municipalidad, otro debe dar un paso al costado o tener un lugar asegurado en otra área. En este caso, sería Juan Domingo Viola, el actual secretario de Participación Ciudadana y Juventud. Durante las últimas semanas comenzaron las negociaciones con algunas empresas proveedoras de los CPC’s para renegociar pagos. Algo que incomodó mucho al funcionario y estaría buscando un espacio en la provincia, algo ya hablado previo a diciembre.
Por ahora, Ovejero mantendría su lugar en la Legislatura. Vigo considera que es un contrapeso necesario para plantar posiciones con Miguel Siciliano y Facundo Torres Lima, los hombres de peso del gobernador.
El “Pichi” Campana sabe que su área esta relegada. Es el actual secretario de Fortalecimiento Vecinal y Deportes. El contexto económico del país lo ubica en una posición secundaria. “Hoy hay otras secretarías que son más prioritarias. “La gestión comenzó con un socavón, luego con una de las empresas del transporte urbano que se fue, el Pichi está siempre trabajando, pero sus planes quedaron, por ahora postergados”, remarca un fiel colaborador del ex cinco de Atenas. Al mismo tiempo desmienten una vuelta a la Agencia Córdoba Deportes, sin desconocer que Campana es uno de los pocos “nombres” que podría ser parte de una lista en un futuro próximo, acompañando a la vice gobernadora Prunotto, incansable caminante de las rutas cordobesas.
El intendente debe balancear con sus aliados. Por un lado, Martín Llaryora y, por otro, el tándem Schiaretti-Vigo. El resultado debe ser empoderar su gestión, recuperar la confianza y poder gestionar con mucha presencia en los barrios con poco dinero.
Este primer semestre no fue sencillo. Tener a todos contentos es una ardua tarea. La rosca de los dirigentes buscando un lugar en la administración se debe ponerse en pausa. Los vecinos necesitan ideas renovadoras y reclaman que el transporte mejore, que la ciudad se vuelva a mostrar cuidada y que se terminen los “kioskos” de los funcionarios y empleados municipales.
