La pandemia del coronavirus generó que los sistemas de salud en los países más afectados colapsaran. Y en los que aún no sufren esta situación, como es el caso de Argentina, provocó un llamado de atención para prepararse. Sin embargo, las necesidades son muchas y el Estado no llega a cubrirlas todas juntas. Al ver esto, la ciudadanía elige actuar y esta semana se pudo ver con claridad.
Los casos más destacados son los de aquellos que cuentan con una impresora 3D y que actualmente las utilizan para fabricar elementos vitales para el personal de salud o las fuerzas de seguridad. En el país ya se registraron decenas de grupos o makers, como se los suele llamar, que producen desde máscaras protectoras hasta respiradores que luego son llevados a hospitales o destacamentos policiales.
“Lo primordial son las mascarillas de cara completa. Se imprime el soporte de las vinchas para la cabeza y después se le pone una placa de acetato transparente que se puede desinfectar con agua y lavandina”, explicó Gino Tubaro a PERFIL.
A él se suman voluntarios de todo el país, como Rodrigo Herrera, quien vive en Mar del Plata. “Armamos un grupo de Whatsapp en el cual hay más de cuarenta colaboradores. Algunos tienen una máquina y otros hasta seis. La gente nos ayuda donando rollos de bobina de plástico, el material para producir”, indicó sobre la situación actual. “La primera meta que se pidió desde el Hospital Interzonal de Agudos es llevarles dos mil mascarillas. No es nada simple pero día a día lo estamos consiguiendo”, finalizó su relato.
El otro gran elemento necesario es el respirador, ya que las mascarillas protegen del contagio mientras que estos ayudan a quienes pueden verse afectados por los síntomas del coronavirus. “La válvulas que se pueden imprimir en 3D son eficientes para respiradores en España e Italia. En Argentina se limpian y se reutilizan, así que no sería del todo necesarios”, señaló Tubaro.
PERFIL contactó al ingeniero industrial español Julio Estefanía para obtener más información al respecto. En estos momentos está fabricando junto a 1.300 personas mascarillas protectoras y planean hacer respiradores, ya que en su país la situación es límite. “Podemos imprimir cualquier cosa. Ya me contactaron desde Madrid por el tema de los respiradores y en Italia hay avances. En España solo hay dos proveedores de piezas para respiradores así que si nos facilitan los diseños podemos empezar”, comentó desde Vizcaya. Sin embargo, hay dos trabas con respecto a los respiradores tanto en España como en el mundo. “Algunas de esas piezas tienen licencias de propiedad intelectual. Si las producimos sin permiso pueden denunciar, así que eso se tiene que resolver. Y lo otro es que un respirador necesita estar aprobado por el Ministerio de Salud, cosa en la cual se está trabajando”, señaló Estefanía.