En medio de la pandemia de coronavirus, la posibilidad técnica de llevar adelante conversaciones o teleconferencias online, a través de aplicaciones como Zoom y utilizando la cámara de la computadora, resultó la salvación de cientos de miles de personas alejadas de sus seres queridos o de sus puestos de trabajo en todo el mundo.
De hecho, Zoom se convirtió en una de las vedettes de la pandemia y varias otras compañías salieron a intentar competir, como -por ejemplo- Facebook con su Messenger Rooms, haciendo felices a todos los que pudieron seguir trabajando desde casa, manteniendo reuniones a distancia y saludando a la abuelita con "la camarita de la compu".
Pero no todo es alegría en el mundo virtual. Otra epidemia, la de los hackers que se "apoderan" de las webcam, explotó junto con la del nuevo coronavirus. Algunos recientes filmes de Hollywood mostraron siniestras historias de este tipo, pero recién ahora que utilizar la webcam es casi una obligación para medio planeta, el peligro dejó de ser apenas el guión de un filme de acción.
Facebook vs Zoom y la guerra por el negocio de las videollamadas
La costumbre de cubrir la webcam está sólidamente difundida entre la gente del mundo de la informática y la alta tecnología desde hace tiempo. Sin embargo, "cuando hablo de cubiertas para las cámaras de las computadoras con gente que no es de la industria de la seguridad, me miran como si estuviera pidiéndoles que se pongan en la cabeza un sombrero de papel de aluminio", escribió recientemente en la revista Forbes la especialista Kate O'Flaherty.
"Cuando se usa la cámara todo el tiempo, es una buena idea considerar cómo podría afectar la privacidad", advirtió la columnista.
Citado en el mismo artículo, otro experto en ciberseguridad, Jake Moore, de la firma ESET, fue todavía más severo: cuando alguien "deja la cámara web descubierta -dijo-, esencialmente está colocando una cámara de vigilancia en su hogar".
Consultada por PERFIL, la experta Sivan Rauscher, cofundadora y CEO de SAM Seamless Network, dijo que desde su compañía registraron un crecimiento del 18 por ciento en ataques cibernéticos de todo tipo, incluyendo hackers que se apoderaron de cámaras web.
Algunos llaman a este fenómeno "camfecting", es decir, apoderarse del uso de la cámara infectando la computadora con algún virus. Si el usuario abre, por ejemplo, un email que transporta un "troyano" que habilita la instalación de un malware, el atacante puede luego activarlo y acceder sin problemas a la webcam.
Coronavirus, tecnología y datos personales
Hasta ahora era un tipo de ataque relativamente menor, con casos más o menos exóticos. Pero con la explosión del uso de aplicaciones como Zoom durante la pandemia -una costumbre que seguramente llegó para quedarse por largo tiempo- los expertos en ciberseguridad están especialmente preocupados.
Es que el control de la cámara de la computadora por parte de atacantes externos puede dejar al usuario literalmente expuestos a los ojos del hacker, quien está en condiciones, por ejemplo, de registrar en video momentos íntimos en el hogar.
Para algunos hackers puede ser simplemente una actividad divertida, pero otros con menos escrúpulos no dudan en aprovechar eventuales grabaciones de esos momentos personales para extorsionar a los usuarios víctimas.
Extrañamente, situaciones globales de crisis parecen estimular a los hackers más agresivos. Consultado por el periódico económico israelí Calcalist, uno de los directores de ciberseguridad de Kaspersky, Costin Raiu, dijo que el número de "ataques de fuerza bruta" (cuando los hackers acceden a una contraseña probando o deduciendo combinaciones) contra laptops en países con fuertes medidas de cuarentena pasó de 30 millones en febrero a unos 100 millones en marzo.
"Cada vez que ocurre un gran evento como un terremoto o una pandemia, siempre se sabe que habrá un reflejo de ese evento en el ciberespacio", dijo Raiu. "Hemos visto muchos tipos diferentes de ataques aprovechando esta pandemia", añadió el experto a Calcalist.
Allanaron la casa del supuesto hacker que difundió un falso decreto sobre la cuarentena
En muchos casos, esos ataques terminan con el hacker obteniendo información delicada y reclamando el pago de un rescate a cambio de no divulgarla. Cuando se trata de webcams, los agresores son bastante obvios.
"He visto a personas pagar grandes sumas de dinero porque su cámara web estaba comprometida y los atacantes capturaron videos de ellos cambiándose o duchándose", aseguró Lisa Forte, fundadora de Red Goat Cyber Security, en el artículo de Forbes.
Ya en el 2016, el entonces director del FBI estadounidense, James Comey, destacaba las bondades de la costumbre de tapar la camarita de la computadora."Cuando se entra a cualquier oficina gubernamental se puede ver que todos tenemos la pequeña cámara en la parte superior de la pantalla", y "todos ponemos una tapita sobre ellas", contó Comey.
"Hacemos eso para que las personas que no tienen autoridad no te miren, creo que eso es bueno", completó.
Además de las coberturas para las webcam, en estos tiempos tan online no está de más repasar precauciones básicas para no dejar las puertas abiertas a la información personal.
Rauscher propone dos:
- Asegúrese de que todos sus dispositivos en el hogar estén al día, lo que significa actualizar el sistema operativo/firmware en computadoras, dispositivos móviles, cámaras IP, Xbox y otros;
- Cambiar con frecuencia sus contraseñas en el router de casa, de las cámaras IP y de las cuentas de correo electrónico y las redes sociales. Al menos cada seis meses .
Después de poner en práctica estos consejos, ya se puede bañar tranquilo sin temor a que lo espíe su laptop.