Morir en soledad es uno de los mayores desafíos que enfrentan las personas con coronavirus. Los centros médicos no permiten las visitas de familiares a los internados con COVID-19 por la alta contagiosidad de la enfermedad. Luego, los velatorios también son limitados por lo que despedirse de un ser querido es imposible en muchos casos en estos tiempos de pandemia.
Ante este panorama, se presentó en la Legislatura porteña un proyecto para impulsar un protocolo que permita visitar a pacientes terminales de coronavirus, en situación de final de vida o condiciones especiales durante la hospitalización. "Evitar la soledad de los pacientes debe ser un objetivo prioritario dentro de las estrategias de humanización de cada centro de atención", se remarca en el artículo 3 de la iniciativa.
En el proyecto, que fue presentado por el legislador de Vamos Juntos Facundo Del Gaiso, se explica que el objetivo de la iniciativa es "avanzar en la humanización la asistencia al final de la vida en el entorno hospitalario de personas afectadas Covid-19".
Evitar la soledad de los pacientes debe ser un objetivo prioritario de las estrategias de humanización de cada centro de atención. Con este proyecto queremos que el enfermo pueda estar acompañado en sus últimos momentos por sus seres queridos, cumpliendo con un protocolo.
— Facundo Del Gaiso (@FacundoDelGaiso) August 5, 2020
La propuesta es establecer presupuestos mínimos dirigidos a brindar acompañamiento afectivo a personas ingresadas al sistema público de salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires afectadas por dicha enfermedad, en los que la valoración clínica haga prever que se encuentra en el final de la vida, previo a la situación de agonía y muerte.
¿Cómo funcionará el protocolo? Cuando el médico considere que el paciente está en etapa terminal, se comunicará con la familia o persona designada por el enfermo y ofrecerá la posibilidad acompañamiento en las condiciones establecidas, informándole del procedimiento a seguir y de los riesgos de la visita, quedando constancia por escrito en la historia clínica del paciente.
Luego, se ofrecerá la posibilidad de realizar una visita a una persona para permanecer en la habitación junto al paciente ingresado. Se establecerá preferentemente un horario y se dará prioridad a aquellos allegados que no presenten factores de riesgo. Además, deberá constatarse que el visitante no presenta síntomas vinculados al Covid-19.
Coronavirus: Por qué mueren menos pacientes en terapia intensiva en el mundo
El acompañante recibirá el material de protección adecuado y una formación para utilizarlo y, de ese modo, garantizar su seguridad y la del resto del personal sanitario. La persona que acuda a la visita deberá confinarse en la habitación sin abandonarla durante el tiempo que estén en el hospital.
Por su parte, el paciente deberá ingresar con camisolín, repelente de fluidos, barbijo quirúrgico, protección ocular o facial, guantes, botas y cofia. También se contempla la posibilidad de proporcionar un dispositivo Smart (tablet o móvil) para que el acompañante o el enfermo pueda ponerse en contacto con el resto de la familia.
Finalmente, tanto la persona acompañante como el/la paciente, podrán recibir apoyo psicológico a través del programa de acompañamiento telefónico.
B.D.N./FF