El coronavirus es una cosa seria. Hasta el día de hoy, más de 95.700 personas murieron por COVID-19, la enfermedad causada por la pandemia del coronavirus SRAS-Cov2, desde fines de enero, según datos rastreados por la Universidad Johns Hopkins.
Este número global de muertes pone en perspectiva no solo las vidas individuales perdidas, sino también las miles de familias, comunidades y seres queridos que quedaron atrás para enfrentar el dolor y la incertidumbre. Los estrictos procedimientos de seguridad sanitaria desplegados por los gobiernos impidieron que miles de familias celebren funerales o incluso entierros.
En varios países, no se permitió a las familias sepultar a sus muertos, y en otros, como en China, aún esperan que las autoridades les permitan recoger las cenizas de sus familiares. En algunos de los pueblos y ciudades más afectados, como en Guayaquil (Ecuador), las funerarias y las morgues ahora están alcanzando su capacidad, mientras que otros lugares, como Nueva York, están preparándose para abrir fosas comunes donde enterrar a los muertos sin identificación ante el desbordante caudal de cadáveres.
A continuación, una serie de fotos recientes de todo el mundo que ilustran la peor cara de una pandemia dolorosa:
1. Un ataúd que contiene el cadáver de una víctima del nuevo coronavirus COVID-19 es llevado al cementerio Jardines de la Esperanza en el norte de Guayaquil, Ecuador, el 9 de abril de 2020. En esa ciudad gravemente afectada, los pacientes enfermos esperan durante horas para recibir atención de emergencia y los ancianos se desploman en las calles:
2. Familiar de una víctima del nuevo coronavirus COVID-19 es retratado llorando en el cementerio Jardines de la Esperanza en el norte de Guayaquil:
3. El cuerpo de un hombre de 86 años yace cubierto con una sábana en la cámara funeraria del cementerio de Chateauneuf-les-Martigues, Francia, antes de ser colocado en un ataúd. El hombre que no tenía familiares conocidos en Francia fue encontrado muerto en su departamento:
4. Los empleados de una funeraria en Bruselas usan mascarillas como medida de protección antes de enterrar el ataúd de una persona que murió de COVID-19 en el cementerio de Kraainem. No se permitió que ningún familiar asistiera al entierro:
5. Una mujer llora junto a una caja de cartón utilizada como ataúd afuera de un cementerio en Guayaquyil. El creciente número de muertes en la ciudad ecuatoriana provocó un desborde de los servicios funerarios y la escasez de ataúdes, obligando a los locales a recurrir al uso de cajas de cartón para enterrar a sus familiares:
6. Un trabajador de la morgue, con máscara facial y guantes, prepara soportes para ataúdes, la mayoría de los cuales contienen los cuerpos de las víctimas de COVID-19, en el estacionamiento de una funeraria de Barcelona. Más de 15.500 personas murieron en España desde que se inició el brote, siendo uno de los países más afectados.
7. Voluntarios iraquíes con equipo completo oran ante el ataúd de una víctima de cincuenta años antes de su entierro en un cementerio específicamente abierto para tales muertes, a 20 kilómetros de la ciudad sagrada central de Najaf:
8. La gente espera junto a los ataúdes para enterrar a sus seres queridos afuera de un cementerio en Guayaquyil, Ecuador, el 6 de abril de 2020:
9. Empleados de una compañía funeraria, usando máscaras faciales como medidas de protección, cierran el ataúd de una víctima de COVID-19, en un hospital de Francia:
11. Vista general tomada el 3 de abril de 2020 de los ataúdes, la mayoría de ellos con los cuerpos de víctimas, en el estacionamiento de la funeraria Collserola en Montcada i Reixac, cerca de Barcelona:
12. Personal médico traslada a un paciente fallecido a un camión refrigerado que sirve como morgue en la calle frente al Brooklyn Hospital Center de Nueva York. El epicentro estadounidense de coronavirus llegó a registrar un récord de 799 muertes el 9 de abril:
13. El camión refrigerado acumula cuerpos en las afueras del Hospital de Brooklyn de Nueva York. El alcalde de la ciudad analiza recurrir a fosas comunes en algunos parques públicos para afrontar la emergencia de las sepulturas debido al aumento de las víctimas.
14. Una vista muestra docenas de tumbas recién excavadas en un cementerio en Dnipro, Ucrania. Las autoridades de la ciudad fueron criticados al preparar más de 600 tumbas y 2.000 bolsas mortuorias para eventuales víctimas mortales del coronavirus:
15. Trabajadores del cementerio de Belfast, Irlanda del Norte, cavan tumbas mientras el Reino Unido se somete a un confinamiento total. La ciudad dijo que estaba llevando a cabo "preparativos "el trabajo en caso de que el número de personal del cementerio se reduzca debido a una enfermedad:
16. Vista aérea del cementerio de Vila Formosa en las afueras de Sao Paulo, Brasil, y considerado el más grande de América Latina con un área de 780 mil metros cuadrados y donde más de 1,5 millones de personas fueron enterradas. En los últimos días contempló un 30% de aumento en el número de entierros.
17. Un hombre llega al cementerio de Guayaquil con el ataúd de un familiar fallecido por el coronavirus. La ciudad vio desbordados sus servicios de sanidad y funerarios, por lo que los dolientes tuvieron que encargarse personalmente del entierro de sus seres queridos sin tener en cuenta los peligros de contagio:
18. Un ataúd fuera de la morgue del Hospital Saint-luc en Bruselas, Bélgica:
19. El sacerdote Don Marcello bendice los ataúdes de las personas fallecidas dentro de la iglesia de San Giuseppe en Seriate.
20. Los empleados de una funeraria en Bruselas usan mascarillas como medida de protección mientras guardan silencio frente al ataúd de una persona que murió de COVID-19 en el cementerio de Kraainem. No se permitió que ningún familiar asistiera al entierro: