SOCIEDAD
Debate en salud pública

Nueva disputa: expertos cuestionan la pérdida de independencia del organismo asesor de la vacunación en Argentina

Un comunicado de la CoNaIn puso en foco los polémicos cambios introducidos en su funcionamiento: presidencia permanente de la autoridad ejecutiva, reducción de integrantes y pérdida de representación federal. El debate se da en un contexto de bajas coberturas y reaparición de brotes.

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CALENDARIO NACIONAL. Hoy en Argentina hay 20 vacunas gratuitas y obligatorias. | Cedoc Perfil

Se extiende el conflicto alrededor de la reciente modificación del reglamento que indica cómo debe funcionar la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN) de Argentina. Enmarcado en la reciente Resolución 3344/2025 del Ministerio de Salud que “disciplina” y “ordena” su funcionamiento. Ahora los exmiembros de la Comisión emitieron un comunicado advirtiendo sobre los riesgos de bajar la guardia en esta temática.

Vale recordar, como dato de contexto, que el tema “vacunas” -su obligatoriedad y su seguridad- está siendo cuestionado en países centrales, como EE.UU., y que Argentina viene alineándose a esas políticas.

El debate comenzó hace unos días cuando las autoridades de salud de la nación establecieron un nuevo reglamento de funcionamiento y cómo será la futura composición de la CONAIN.

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Cuando dejamos de vacunarnos, las enfermedades vuelven

La medida destaca que “toda responsabilidad técnica y decisoria en materia de inmunizaciones corresponde en exclusiva al Ministerio de Salud de la Nación” y que “la CoNaIn actúa como grupo consultivo científico de carácter asesor, encargado de emitir recomendaciones basadas en evidencia. Cuando la situación epidemiológica nacional lo requiera, realizará aportes sobre políticas, estrategias y medidas vinculadas a las inmunizaciones. La CoNaIn no ejerce funciones decisorias, ejecutivas ni regulatorias; su accionar se limita a la formulación de recomendaciones científicas no vinculantes, canalizadas a través de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles”.

Respuesta de los expertos a los cambios oficiales

Desde el cuerpo de expertos que la integraban -en su mayoría médicos y académicos con larga trayectoria en materias como infectología- recordaron que “durante más de dos décadas, la Comisión Nacional de Inmunizaciones funcionó como uno de los pilares técnicos menos visibles pero más influyentes de la política sanitaria argentina. Creada en el año 2000, su misión fue siempre clara: asesorar al Ministerio de Salud con recomendaciones basadas en la mejor evidencia científica disponible, con una mirada independiente, multidisciplinaria y federal. Ese diseño institucional, alineado con los estándares internacionales de los Comités Asesores Nacionales en Inmunizaciones (NITAG), fue clave para sostener uno de los calendarios de vacunación más completos de la región”.

Según estos profesionales, “ahora ese esquema histórico acaba de ser alterado de manera sustancial. La aprobación, en diciembre de 2025, de un nuevo Reglamento de Funcionamiento y Composición de la CoNaIn encendió señales de alarma entre sus integrantes”.

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Según advierten en un comunicado público, los cambios introducidos por la Resolución 3344/2025 del Ministerio de Salud afectan el carácter asesor independiente que definió a la Comisión desde su creación.

Nueva presidencia del organismo

Uno de los puntos más sensibles es la redefinición de la presidencia. A partir del nuevo reglamento, la CoNaIn pasa a estar encabezada de manera permanente por el titular de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiCEI), quien concentra facultades clave: convoca las reuniones, coordina el trabajo, tiene voto y, sobre todo, valida —o no— las recomendaciones técnicas. Además, la evaluación y priorización de los criterios científicos queda bajo competencia exclusiva de esa Dirección, que puede aceptar, modificar o desestimar lo producido por la Comisión.

Para los firmantes del comunicado, este rediseño implica una dependencia jerárquica directa respecto de la autoridad ejecutiva, lo que debilita la autonomía técnica y reduce el espacio de deliberación científica independiente. En términos prácticos, la CoNaIn deja de ser un organismo asesor para convertirse en una instancia subordinada.

Menos expertos para opinar

El segundo cambio estructural es la composición. El núcleo científico central se reduce a apenas cuatro miembros titulares, seleccionados exclusivamente a partir de ternas propuestas por Facultades de Medicina, mediante un proceso altamente centralizado. Se elimina la participación estable de actores clave como la ANMAT, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las jurisdicciones provinciales y las sociedades científicas. Todos ellos pasan a tener, en el mejor de los casos, un rol “ad hoc”, temporal y discrecional, definido por la DiCEI.

La consecuencia directa, advierten, es la pérdida de pluralidad disciplinaria, diversidad institucional y mirada federal. Tres elementos que históricamente robustecieron la calidad de las recomendaciones y contribuyeron a su legitimidad social.

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El momento elegido para estos cambios no es menor. Argentina atraviesa un escenario de coberturas de vacunación en descenso, con reaparición de brotes de enfermedades inmunoprevenibles. En ese contexto, la CoNaIn recuerda algunos de sus principales aportes recientes: desde la incorporación de nuevas vacunas al Calendario Nacional —que hoy cuenta con 20 vacunas gratuitas y obligatorias— hasta estrategias frente a COVID-19, influenza, dengue, sarampión, neumococo y virus sincicial respiratorio.

El comunicado concluye con una advertencia que trasciende lo institucional: debilitar las estructuras técnicas que sustentan las políticas de vacunación incrementa los riesgos sanitarios, como lo demuestra la experiencia internacional. La confianza pública en las vacunas —un activo frágil— depende, en buena medida, de que las decisiones estén respaldadas por evidencia científica, transparencia y autonomía técnica.