Más de 200 escuelas en Corea del Sur se vieron forzadas a volver a la enseñanza virtual pocos días después de que el gobierno permitiera el regreso de los estudiantes a las aulas.
La mayoría de las instituciones que cerraron sus puertas otra vez se encuentran en las afueras de la capital, Seúl, que se ha visto afectada por nuevos brotes de coronavirus.
Y según un informe de la BBC, las que sí permanecen abiertas “la situación dista de ser normal”. En esos establecimientos, los estudiantes ingresan de manera ordenada y por turnos al edificio y deben pasar por un detector térmico que, si registra alguna anomalía, obliga a que la temperatura se les tome otra vez individualmente.
El control de la temperatura corporal continúa durante el día, así como el lavado constante de las manos antes de las clases, en el comedor y durante las clases de gimnasia. Los escritorios están separados por unas láminas, los alumnos deben usar mascarillas permanentemente y mantener una distancia de un metro entre ellos.
El jueves, Corea del Sur reportó 79 nuevos casos de infección en las últimas 24 horas, la cifra más alta en dos meses.
Funcionarios de la salud las han descrito como una “situación de crisis”. La mayoría de las infecciones están vinculadas a un centro de distribución en Bucheon, al occidente de Seúl. Evalúan que este fin de semana “es crítico” para determinar qué harán a futuro en ese país.