Para algunas no es la primera experiencia. Para otras, primerizas, el momento que esperaron con ansias nueve meses. Decenas de mujeres fueron madres en los últimos días, en plena pandemia del coronavirus. Dos de ellas comparten con PERFIL las experiencias –inolvidables, como todo nacimiento, pero con un “ingrediente” más– de haber sido mamás en medio de la cuarentena.
“Brunella nació el 20 de marzo a las 16.33, apenas a poco más de medio día del inicio de la cuarentena. Tenía fecha probable de parto para el 25 y tenía prevista una consulta con mi obstetra, Rafael Cantisani, para esa tarde del viernes 20. Pero con la cuarentena todo cambió. La secretaria me llamó temprano para avisarme que el consultorio iba a estar cerrado pero que yo que era una de las pacientes que sí o sí debía ver ese día”, cuenta Pont. “Fue muy rara esa salida en pleno inicio de la cuarentena; no se veía gente en la calle, muy pocos autos, llegamos rapidísimo. Mi obstetra me atiende y constata que estaba en condiciones para internarme ese día e inducir el parto. Mi marido, Carlos, y yo no tuvimos dudas”, recuerda.
En un principio, la restricción total de visitas a la clínica ocasionó las primeras complicaciones. “Más que nada porque ningún familiar podría venir y cuidar a Rocco, mi hijo mayor, que solo tiene veinte meses. Debimos improvisar una logística en el momento: mi cuñada se instaló en mi casa con mi hijo los días que estuvimos internados”, relata Pont. En la sala de partos “todo fue maravilloso. Allí el coronavirus no entra, no hay espacio para pensar en eso. La felicidad por la llegada de Brunella colmó todo. El mundo se detiene y los temores quedan a un lado, somos puro presente”.
Luego todo cambió un poco: “El aislamiento es la parte más difícil. Creo que en alguna medida nos pasa a todos. En este caso, un poco vino bien para que el recién nacido se adapte despacito al mundo, con tranquilidad, pero con el paso de los días se endurece y se va haciendo más difícil sostener la nueva rutina”, admite. Hoy, amamantando a su beba, dice que “el día a día no es fácil con dos niños tan chicos, pero estamos juntos y bien. Hacemos muchas videollamadas, cocinamos –casi como terapia– y Carlos trabaja en casa. Ya habrá tiempo para encuentros con los abuelos, los tíos y los primos, para muchos abrazos y besos”.
Florencia Marti esperaba a Isabella, su primera hija, para el 23 de abril. Pero como estaba en reposo desde el 14 de febrero, su obstetra, Vanesa Troian, le recomendó madurar los pulmones y esperar tranquilas a ver qué pasaba: “Fue el 21 de marzo, ya en cuarentena obligatoria. El 27 fui a control y como empecé a perder líquido, me dijo que había que ir a cesárea ya. Yo venía asimilando la situación y sabía que era una chance. Pero cuando pasó esto en el control, fue un poco angustiante porque por las restricciones tampoco pudo estar mi pareja conmigo en el quirófano. Eso fue como un baldazo”, recuerda Marti ahora, con su beba esperando para amamantar mientras charla con PERFIL desde su casa.
“Nació todo bien pero estuvo unos días en neo. Soy hija única de familia numerosa, y tenía del otro lado tíos y primos ansiosos. No es lo mismo la presencia que los mensajes, por eso la neo fue un poco más dura, porque una espera poder después estar acompañada”, admite. “Además del parto de Flor, tuve otras dos cesáreas ese día, programadas. En este contexto, las familias y los entornos están más ansiosos; las familias vuelven solas a sus casas con los bebés recién nacidos y no pueden salir, compartir, presentar a los bebés a sus abuelos. Es una situación distinta e inhabitual”, admite la obstetra Troian.
Waldemar, el papá de Isabella, trabaja en el correo y es personal esencial. “Estuvo una semana conmigo y volvió a trabajar. Cuando llega, antes de subir se desinfecta y no nos ve hasta un rato después, que termina con el proceso”, cuenta su mujer. “Me da miedo pero también es porque me preocupo. Cuando estás sola es más duro, aunque Isabella es lo mejor que nos pasó y no puede portarse mejor”, admite. Dice que lo que más va a recordar es que “voy a poder explicarle que nació en un momento particular de la historia del mundo. No sabemos todavía cuándo va a poder conocerla el resto de la familia. ¡Quizá ya tenga seis meses! Es difícil, y una suerte a la vez”, ríe.
Consejos antimiedo de una partera
- La modelo María del Cerro está a punto de dar a luz a su segunda hija, Cala. Ella compartió en sus redes sociales –en las que tiene más de dos millones de seguidores– una serie de consejos que le dio su partera para entender mejor la etapa de ansiedad, nervios y expectativas. “Lo comparto porque me gustó y para desearles buena guardia a las obstétricas que están en la trinchera”. La profesional escribió: “El mundo se detiene y tu hijo va a nacer. El mundo habla de virus, pandemia, contagio, muerte... pero tu hijo va a nacer y yo veo tu miedo y tu enojo.... ¿por qué ahora? ¿Por qué cuando tu hijo va a nacer? La vida puede más. Y yo estoy ahí, de tu mano, y ambos me regalan ese instante en que todo es perfecto y nada está mal. No hay pandemia que te pueda robar ese momento”.