En Argentina hay casi 60 mil pacientes recuperados de Covid-19, de los cuales 900 corresponden a la Provincia de Córdoba y 500 a nuestra ciudad capital. Entre ellos, hay un porcentaje muy alto que ha generado anticuerpos como para fabricar inmunoglobulina con anticuerpos anti Covid-19.
El plasma de convalecientes y la inmunoglobulina hiperinmune obtenido de personas curadas, no solo tiene antecedentes en el tratamiento de la fiebre hemorrágica argentina, sino que también se ha empleado con éxito para tratar otras infecciones virales por ser un método seguro y eficaz como ha sido probado en múltiples estudios.
Fue el tratamiento de elección en los brotes de Ébola en África, y los brotes de SARS y MERS donde se pusieron en práctica protocolos de tratamiento similares, teniendo en cuenta que a ese momento no existían otras alternativas terapéuticas. Algo similar está ocurriendo con el Covid-19.
En las condiciones actuales de la pandemia, con considerable mortalidad y ausencia de tratamiento comprobado o de una vacuna preventiva, es una prioridad de salud pública considerar todas las opciones potencialmente útiles y las menos riesgosas para la población.
En las condiciones actuales de la pandemia, con considerable mortalidad y ausencia de tratamiento comprobado o de una vacuna preventiva, es una prioridad de salud pública
Los pacientes que padecieron la enfermedad y generaron anticuerpos, tienen la posibilidad de convertirse en los nuevos héroes de esta pandemia, junto a los equipos de salud y a las fuerzas de seguridad, que han estado en la trinchera más complicada de esta batalla. Pero para eso tenemos que explicarles, convencerlos y motivarlos.
De allí la importancia de una campaña intensa para que no falte nadie en el universo de donantes y con la donación de plasma donen salud a quienes la han perdido por culpa del coronavirus. Una de las herramientas que posee la campaña que proyectamos es facilitarles la donación, cubriendo su transporte y otorgándoles un permiso laboral, pero también es justo que reciban la mención de “Ciudadano Solidario Donante de Plasma” y también un pequeño aliciente fiscal que premie su gesto voluntario a estos donantes que, tras haber atravesado esta terrible enfermedad, hoy se suman a esta campaña “Dona Plasma, Dona Vida”.
En medio de la incertidumbre frente a lo desconocido, en medio de la angustia ante una economía mundialmente derrumbada, la campaña de donación de plasma para pacientes recuperados se erige como una luz de esperanza, y una brisa de aire fresco que nos permita enfrentar esta etapa -quizás la más dura- con una mirada de optimismo. Tengo la certeza de que vamos a salir adelante, todos juntos, muy pronto, para volver a encontrarnos como antes, y ya no volver atrás.
*Concejal de la Ciudad de Córdoba, Presidente de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante.