El primer ministro británico, Boris Johnson, enfermo de coronavirus y hospitalizado desde hace una semana, ha realizado “grandes avances” en las últimas horas luego de haber dejado la unidad de terapia intensiva el jueves por la noche, dijo ayer uno de sus portavoces. Mientras, la pandemia no cede en su país, que registró 917 fallecidos en las últimas 24 horas y se acerca a los 10 mil muertos por coronavirus.
Gracias a un tiempo agradable, parques y paseos de Londres y otras ciudades británicas desbordaban ayer de gente que no respetaba las normas de distanciamiento social y que en muchos casos no usaba barbijo.
Con los últimos datos, el Covid-19 ha provocado ya la muerte de 9.875 personas en Gran Bretaña, donde hay 78.991 casos, 5.234 en las últimas 24 horas, informó el ministro de Salud, Matt Hancock.
Hancock confirmó asimismo que entre los fallecidos hay 19 trabajadores sanitarios, y destacó que las autoridades han comenzado a percibir cierta reducción en el número de hospitalizados.
Boris. A los 55 años, Johnson, el único jefe de gobierno de una gran potencia que se ha contagiado el Covid-19, comenzó el viernes a “caminar un poco” por el hospital.
Johnson dio positivo por coronavirus el 29 de marzo y fue hospitalizado en Londres el 5 de abril. “Su ánimo sigue siendo muy bueno”, afirmó un vocero, que destacó que el primer ministro está en la “fase inicial” de la recuperación y que solo retomará la actividad oficial cuando lo autoricen los médicos.
La próxima semana, el gobierno, que quedó provisoriamente a cargo del canciller Dominique Raab, debe decidir formalmente si prolonga el confinamiento, que empezó el 23 de marzo, en principio por tres semanas.
Las autoridades no dejaron de insistir ante sus ciudadanos en la necesidad de cumplir a rajatabla las medidas de distanciamiento social para frenar la propagación de la pandemia, especialmente durante el fin de semana de Pascua, algo que no fue respetado en forma masiva.
