Por orden del juez Claudio Bonadio, equipos de Vialidad Nacional y Gendarmería realizaban un nuevo allanamiento en la chara Cruz Aike, propiedad del empresario santacruceño Lázaro Báez. El lugar había sido revisado en 2016 por el fiscal Guillermo Marijuan y el juez Sebastián Casanello.
Según consigna La Nación, el operativo es realizado por unas 20 personas, a un kilómetro de la casa allanada hace dos años. Trabajan con “una torre de perforación, una excavadora y un camión cisterna”, indicó el portal.
Según trascendió, se trataba de encontrar un container enterrado con dinero, de acuerdo con la denuncia que recibió la cartera de Seguridad que encabeza la ministra Patricia Bullrich. El dato habría llegado a través de una serie de llamados al número telefónico que habilitó el Ministerio de Seguridad para recibir denuncias sobre posibles ubicaciones del dinero relacionado con ese caso judicial.
Millones. Durante el kirchnerismo, Báez vivió la buena vida: casas de lujo, flota de alta gama y contratos millonarios. El avance judicial sobre su patrimonio puso en relieve la intimidad de los inmuebles.
Valuada en unos 40 millones de pesos, Cruz Aike está ubicada a 60 km de El Calafate y forma parte del conglomerado de estancias que Báez adquirió durante la última década en la Patagonia. Todas refaccionadas, a nuevo y con signos de poco uso. El campo sureño tiene una casa principal con muebles de madera, sillones mullidos, una coqueta cocina, una parrilla de acero inoxidable, casa de huéspedes y dos galpones.