Ernesto Clarens se convirtió este jueves en el nuevo arrepentido del caso conocido como "cuaderno de las coimas". Tras un primer intento fallido semanas atrás, que incluyó hasta un pedido para que se ordene su detención, el financista recibió la homologación de su acuerdo con el fiscal Carlos Stornelli por parte del juez federal Claudio Bonadio.
Fue el corolario tras varias horas de audiencia y dos declaraciones. La primera, en la que se presentó espontáneanemente a declarar en Comodoro Py el viernes 17 de agosto, cuando llegó a un acuerdo con el fiscal, que no convenció al magistrado. La segunda comenzó el viernes pasado, después de que Stornelli diera de baja el primer acuerdo y pidiera al magistrado su detención, pedido que no fue concedido.
Tras el fin de semana, el empresario volvió a los tribunales federales de Retiro y renovó sus esfuerzos para convertirse en arrepentido y mejorar su situación en la causa. Allí, además de infomación, trascendió que habría entregado un pendrive con datos de más de un centenar de obras en las que se habrían pagado sobornos.
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Clarens, señalado como el financista preferido de los Kirchner es responsable de la firma Inverness (algunos sostienen que es un juego de palabras con “Inversiones Néstor”). En su presentación inicial, confirmó las declaraciones de dos empresarios arrepentidos en la causa de los cuadernos. Estos habían asegurado que llevaban el dinero de coimas en pesos a su financiera, y que Clarens convertía esos montos en su equivalente en dólares. Luego de eso, sostuvieron, entregaba el dinero al entorno de Néstor Kirchner. En ese círculo se destacaba Daniel Muñoz, ex secretario del ex mandatario.
Muñoz, fallecido en 2016, es uno de los puntos en que coincidieron las declaraciones de Clarens con la de Claudio Uberti, ex titular del órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), el primer funcionario detenido en convertirse en arrepentido. Ambos también coincidieron en asegurar que el destino final de los bolsones con dinero mencionados en el caso tenían la provincia de Santa Cruz como destino final.
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Esta semana, cuando volvió a presentarse luego de que Stornelli diera de baja el acuero inicial, Clarens amplió su indagatoria. Entregó más información y habría aportado los datos de 120 obras en las que se habrían pagado retornos, con documentación respaldatoria en un pendrive.
Una financiera ligada a Clarens fue allanada la semana pasada por orden del juez Sebastián Casanello, quien investiga la denominada "Ruta del dinero k". El operativo se realizó en unas oficinas de la calle Esmeralda al 700, donde se encontraron documentos ligados a Invernes, la empresa de Clarens. Del lugar se llevaron varios CPU, una grabadora DVR, tres pendrives con información y cuatro cajas con libros contables y documentación relacionada con el expediente.
