La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) le tiende una mano al sector editorial. Entre el lunes 13 y el 22 de abril está abierta la convocatoria de la institución a las editoriales argentinas que quieran participar del programa Libro% 2020, que realizará una edición a distancia a causa de la pandemia de coronavirus. Desde la creación del programa, en 2005, los encargados de las bibliotecas populares hacían las compras de modo presencial en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Este año, una vez decretada la cuarentena preventiva y obligatoria, la Conabip, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación, debió organizar de urgencia un sistema de compras a distancia.
Además de enriquecer los acervos de las bibliotecas, las compras virtuales (que tendrán lugar en mayo) darán un respiro a la castigada industria editorial local, en caída libre desde 2016. Incluso el comunicado de la Conabip considera que la situación de las editoriales es “grave”. El programa Libro%, creado en 2005 por María del Carmen Bianchi, la misma funcionaria que hoy vuelve a presidir la institución luego de la gestión de Leandro De Sagastizábal, permite que las bibliotecas populares de todo el país compren libros al 50% del valor comercial.
A inicios de marzo, el ministro de Cultura, Tristán Bauer, anunció que se había duplicado la inversión en ese programa con el objetivo de fomentar e impulsar los planes de lectura y contribuir a la recuperación económica de los sellos. De poco más de veintidós millones de pesos en 2019, se pasó este año a más de cuarenta y siete millones. También se firmó un acta acuerdo entre el Ministerio de Cultura, la Conabip, la Fundación El Libro (organizadora de la Feria del Libro) y las dos cámaras del sector, que se comprometieron a mantener los precios de enero. Es probable que este punto del acuerdo, debido a la aceleración de la crisis económica por el Covid-19, quede piadosamente en el olvido.
La hora de los libros: qué hacer (además de leer) en esta cuarentena
El proceso de selección y compra del material bibliográfico por parte de las bibliotecas se hará entre el 4 y el 20 de mayo. Las editoriales que quieran participar del programa Libro% 2020 deberán cumplir con la documentación solicitada por la Conabip y completar un formulario. Entre otros requisitos, tendrán que enviar un listado de precios actualizado, una declaración jurada y la constancia de inscripción a la AFIP. Según informaron las autoridades de la Conabip, los bibliotecarios tendrán que elegir libros de los catálogos de al menos ocho editoriales. Esto quiere decir que la compra no podrá concentrarse en títulos de dos o tres editoriales solamente.
“Esperemos que todo salga bien, porque se van a inscribir muchas más editoriales que en la Feria del Libro, y tenemos que hacer el trabajo de revisión de documentación en poco tiempo –dice Bianchi-. En la Conabip trabajan poco más de cincuenta personas y hay más de mil cuatrocientas bibliotecas populares que están listas para participar del programa”.
En mayo, los bibliotecarios accederán en forma online a los catálogos disponibles y realizarán sus compras. Luego, las editoriales podrán enviar sin cargo los libros a las bibliotecas, o bien los bibliotecarios podrán retirar los ejemplares de las editoriales. Los costos de envío por correo, en el caso de grandes distancias, correrán por cuenta de las bibliotecas.
Más información sobre el programa Libro% en la página web http://conabip.gob.ar
Un comunicado denuncia que el ecosistema del libro está roto.
El comité organizador de la Alianza de Editoriales Interdependientes, constituido por sellos como Ediciones Del Signo, La Carretilla Roja, Herramienta, Letra Sudaca, La Mariposa & la Iguana, Madreselva, Muchas Nueces, Rara Avis y Biblioteca y Editorial Vigil, entre muchos otros, dio a conocer este viernes un comunicado (titulado “¡Sálvese quien lea!”) que denuncia que la industria editorial argentina está al borde del abismo, y no sólo por culpa de la pandemia.
Libros y más opciones para disfrutar la cuarentena
“La parálisis intempestiva y sin plazos de toda la cadena de producción del libro, con los talleres de imprenta suspendidos, las librerías cerradas, la cadena de pagos interrumpida y las ferias borradas de un plumazo, son una catástrofe que no podíamos imaginar ni siquiera con los peores augurios de miseria económica –comienza el comunicado-. Sobreponerse a la crisis supone repensarse y trazar una hoja de ruta para dejarla atrás”.
Luego de una serie de consideraciones sobre la producción, distribución y venta de libros, ciertas prácticas de los grandes grupos concentrados (como la contratación de autores que comienzan a publicar en sellos independientes y la apropiación de temáticas o “nichos”) y la desigualdad de representación en las cámaras del sector, el comité plantea una serie de interrogantes.
“¿Cuál es la edición por la que queremos trabajar? ¿Cuál es el compromiso individual? ¿Cómo se construye responsabilidad colectiva en la edición? ¿Cómo articulamos los distintos actores: librerías, imprentas, escritoras, traductoras, distribuidoras, etc.? ¿Cómo resolvemos la dicotomía capital/trabajo?” Estas cuestiones quedan por ahora abiertas, para reflexionar en los días de cuarentena.
