En el Suplemento Cultura de Diario PERFIL, ofrecemos cada semana "Narcolepsia - Coordenadas para una aproximación a la poesía", y el texto elegido del domingo 4 de julio es "Canción del loco", del británico William Blake:
Los vientos salvajes lloran
y la noche es fría;
ven acá, Sueño,
y descubre mis penas.
¡Pero mira! La mañana se asoma
sobre las pendientes del Este;
y el canto de los pájaros
menosprecia la tierra.
¡Mira! Hacia la bóveda
del cielo pavimentado,
cargadas de dolor
son llevadas mis notas:
golpean el oído de la noche,
hacen llorar a los ojos del día;
enloquecen a los vientos rugientes,
y juegan con las tempestades.
Como un demonio en una nube
con aullidos de aflicción,
con la noche avanzo,
y con la noche me marcharé;
vuelvo la espalda al Este,
donde han aumentado las comodidades;
porque la luz se apodera de mi cerebro
con frenético dolor.
(Trad. Juan Arabia)
“Mad Song” es uno de los poemas más famosos de William Blake (Londres, 1757-1827) por fuera de Songs of Innocence and Experience. Escrito cuando Blake aún era muy joven (los estudiosos de Blake estiman que se escribió cuando tenía alrededor de catorce años), el poeta comienza a mostrar signos de su genio y dominio del poder de personificación. “Mad Song” es una pieza representativa de una mente poética muy joven y frágil saturada de los modos y estilos populares.
Imitación o refutación de las locas canciones de los poemas “Tom o’Bedlam” (los términos “Tom o ‘Bedlam” y “Mendigo Bedlam” se usaron en la Gran Bretaña de la Edad Moderna y más tarde para describir a los mendigos y vagabundos que tenían o fingían una enfermedad mental), a través de las cuales Blake es capaz de recuperar el espíritu y la simplicidad de la elegía pastoral isabelina.
En cuanto a la trama, generalmente se argumenta que el hablante aquí es un fantasma que está atormentado por la luz (durante el día) y, por lo tanto, solo sale de noche y en la oscuridad.
Cada objeto natural en el poema está ligado a alguna personificación extraña y salvaje de la vida real (sus notas suenan, el día llora, las tempestades juegan, la tierra se burla, las nubes son demonios, etc.). Para un hombre que constantemente afirma ver espíritus, fantasmas, demonios y ángeles que acechan en el mundo natural que lo rodea, la personificación de la naturaleza de esta manera es absolutamente necesaria y esencial para la expresión de su imaginación (o locura).
“Mad Song” refleja tanto al poeta como a su sociedad. El mundo en el que vive el hablante es opresivo y no tiene escapatoria. De manera menos obvia, el hablante es igualmente culpable por vivir en este mundo y ser parte de él sin crear su propio refugio dentro de él para escapar.