CULTURA
Un clásico injustamente olvidado

"Che": la historieta maldita de H. G. Oesterheld, el autor de "El Eternauta"

Con dibujos de Alberto Breccia y su hijo Enrique, esta obra fue una de las primeras, en todo el mundo, en narrar la vida y la muerte del guerrillero argentino, generando fuertes reacciones del gobierno argentino y de la embajada de Estados Unidos.

El Che de Oesterheld y Breccia
El Che de Oesterheld y Breccia | Tapa Imaginadores

Tras el inmenso éxito de “El Eternauta”, “Mort Cinder” y “Sherlock Times”, tres de sus mejores trabajos, Héctor Germán Oesterheld fue politizando su trabajo cada vez más, y eso quedó confirmado en “Che”, la historieta sobre la vida de Ernesto Guevara que apareció en 1968, apenas cuatro meses después de la muerte del guerrillero.

Con dibujos de Alberto Breccia y su hijo Enrique, la obra tiene, desde las primeras páginas, un fuerte tono a panfleto político, con Guevara presentado como el hombre nuevo que, pese a las grandes limitaciones físicas que le impone su asma, desde muy joven se enfrenta a los males de la sociedad en un guion que remarca constantemente la importancia del líder carismático que destaca sobre el resto y al que debe seguirse sin cuestionamientos ni dudas, un tema que Oesterheld retomará en 1976, cuando escriba la muy fallida segunda parte de “El Eternauta”, con Juan Salvo como otro revolucionario implacable, dispuesto a todo para que triunfe su causa, sin importar la cantidad de personas que deban morir para lograrlo.

Ernesto Che Guevara
Ernesto "Che" Guevara

En “Che” aparece el mejor y el peor Oesterheld: por un lado, el tono del texto recuerda al “nuevo periodismo” de Tom Wolfe, gracias a un estilo pirotécnico que obliga al lector a no perderse una sola palabra y lo sumerge en una vida tan breve como intensa, desde los primeros años en Córdoba hasta el final en Bolivia; por otra parte, el guion justifica el uso de la violencia como medio para alcanzar la justicia social, mientras se construye la imagen del militante perfecto, el ejemplo a seguir, a través de frases grandilocuentes, didácticas y sentenciosas:

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“Ernesto, médico como pocos, aunque siempre va tan lejos. Las enfermedades que en verdad quisiera curar no se llaman tifus, malaria, lepra, se llaman hambre, explotación, injusticia”.

“El Che hizo de todo: de soldado atacante, de médico. Cuando hay que cumplir una misión peligrosa no espera que se la pidan”.

“Fidel lo nombra director del Banco Nacional de Cuba. Es el primer banquero del mundo en traje de fajina y con la metralleta al lado. Toma mate en el despacho, whisky no, pero es el más organizado de los banqueros. El trabajo exacto y al día. Nunca un problema sin resolver. El banco es un reloj”.

"El Eternauta 2": la continuación que escribió Oesterheld de su serie más famosa

De esta forma, Oesterheld arma, episodio tras episodio, el mito del Che Guevara como alguien que logra superar cualquier problema gracias a su fuerza de voluntad y su celo revolucionario, lo que le permite hacerse cargo de una patrulla en la guerra o aceptar un cargo como banquero para el que no está capacitado.

A diferencia del hombre real, contradictorio y muy complejo, el personaje de la historieta es duro, pero justo y triunfa en cada desafío que enfrenta, lo que sirve para que Oesterheld insista, una y otra vez, con la idea del líder mesiánico que guía a la sufriente humanidad hacia un futuro mejor, sin importar los que tengan que caer en el camino.

En esa etapa de su vida, el guionista había descartado su teoría humanista sobre el héroe grupal y, en sus futuros trabajos, insistiría en la idea del personaje excepcional que cambia la Historia en una serie de obras que irían de lo malo a lo pésimo ((“La guerra de los Antartes”, “450 años de guerra contra el imperialismo”, “Camote”), con una sola excepción: el extraordinario western “Loco Sexton” que creó junto al dibujante Alberto del Castillo para la revista Skorpio.

La muerte de Guevara es aprovechada por Oesterheld para dejar clara su postura política y anticipar el rumbo que tomará pocos años después, cuando se una a Montoneros: “Torpe rito de la muerte que ya es vencida. La sangre del Che es ya gota en el río de la tanta sangre derramada contra el hambre y la cadena. De su nombre, amor y acción. Pone de pie a las juventudes del mundo. Las echa a andar”.

Héctor Oesterheld
H. G. Oesterheld

H. G. Oesterheld y Alberto Breccia enfrentados por el Che Guevara.

El dibujante dio su versión sobre el impacto de la historieta y las consecuencias que debió enfrentar en su vida personal y laboral: “Provocó una oleada de opinión, sobre todo en el gobierno de Onganía, incluso se publicó un editorial en el diario La Nación vapuleándome a muerte. Eso provocó que la embajada de Estados Unidos lo comprara y a partir de eso la embajada da parte al SINE -Servicio de Información del Estado- que fue a mi casa y me hizo una ficha. La embajada me llamó, nos llamó, para felicitarnos y encargarnos que hiciéramos la vida de Kennedy, que no se hizo, ellos compraban la edición”.

Alberto Breccia
El dibujante Alberto Breccia junto a imágenes de su serie "Mort Cinder"

El guionista dio una versión distinta de lo ocurrido: “Llamaron a casa varias veces, seguro que eran del SIDE, preguntando datos. Sabiendo que de cualquier modo los iban a conseguir les di lo que querían. Ah, Breccia en un reportaje dice que la embajada yanqui quería comprarlo. La historia real es esta: la embajada me llamó a mí, no a él. El editorial del diario La Nación en contra del Che existió. Hablaba sobre el peligro que era tratar sobre un personaje revolucionario como el Che”.

HM/DCQ