CULTURA
Un clásico de la historieta

El loco Chávez cumplió 50 años: la historia del periodista que conquistó al público y enamoró a Pampita

La creación del guionista Carlos Trillo y el dibujante Horacio Altuna fue un inmenso éxito entre los lectores y los críticos, convirtiéndose en uno de los personajes más emblemáticos de la historieta argentina junto al Eternauta, de H. G. Oesterheld y Francisco Solano López, y a Nippur de Lagash, de Robin Wood y Lucho Olivera.

El Loco Chávez
El Loco Chávez | Instagram

“El Loco Chávez”, la historia de un periodista porteño, mujeriego pero de buen corazón, es una de las historietas más conocidas del guionista Carlos Trillo y el dibujante Horacio Altuna. Comenzó a publicarse en julio de 1975 y tuvo, desde el comienzo, un inmenso éxito popular que le permitió mantenerse en el diario hasta 1987, registrando tres momentos claves de Argentina: los meses previos al golpe militar de 1976, la dictadura, y el regreso de la democracia, con el triunfo de Raúl Alfonsín.

Trillo, uno de los mejores guionistas argentinos, autor de clásicos como “El peregrino de las estrellas”, “Alvar Mayor”, “Un tal Daneri”, “Las puertitas del señor López”, “El último recreo”, “El viajero de gris”, “Charlie Moon”, “El Negro Blanco” y “Cosecha Verde”, armó una historia con un tono que recuerda a las interminables charlas de café, lo que le permitió hablar de todo: desde política y fútbol hasta la dificultad para encontrar el amor pasada una determinada edad o los problemas económicos, algo que el protagonista sintetiza muy bien en uno de sus monólogos: “Empezamos hablando de dos tipos que nos buscaban a Juan y a mí, seguimos con el tema de la ansiedad y terminamos con psicoanálisis”.

Estatua de El Loco Chávez en el paseo de la historieta de Buenos Aires
Estatua del Loco Chávez en el paseo de la historieta de Buenos Aires

El éxito del personaje hizo que incluso sus declaraciones más inocentes fueran leídas como “guiños secretos” enviados por los autores cuando era imposible hablar de ciertos temas. Trillo fue muy sincero al respecto: “Para la época de la Guerra de Malvinas, Altuna se había radicado en Barcelona con su familia. Por eso dejamos tres meses la historia adelantada, es decir que no hablábamos del conflicto porque no sabíamos que iba a estallar. Los episodios transcurrían en un edificio del que algunas personas querían tomar un piso. La cantidad de gente que nos dijo que habíamos hecho una metáfora de la situación bélica fue descomunal. Ellos encontraron señales que no habían sido emitidas”.

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De esa manera, el personaje se convirtió en una figura que reflejaba las inquietudes más íntimas de su público, un antihéroe que visibilizaba los temores y sentimientos de la sociedad: “Me siento solo, no he conseguido tener una pareja a mi lado y no sé si es porque a lo mejor soy un maniático insoportable. Además, no tengo guita, no he conseguido ni un techo estable, ni siquiera un auto viejo. Encima Racing no sale campeón hace 21 años”.

El dibujante Horacio Altuna junto a la estatua del Loco Chávez
El dibujante Horacio Altuna junto a la estatua del Loco Chávez

La historieta muestra los fracasos, miedos e inquietudes de una época muy especial de Argentina (de mediados de los 70 a mediados de los 80), estableciendo links entre lo personal y lo social, lo familiar y lo colectivo, a través de un protagonista que habla con sus amigos de diferentes temas usando una combinación perfecta de humor, ternura y, muy ocasionalmente, ironía: “Mis viejos, mis charlas con ellos, sus consejos, sus rezongos, el bulín, mis libros, mis discos, los olores, el barrio, los vecinos, la gente, Corrientes de noche, Corriente de día, las librerías de Corrientes, los cines, las pizzas, los choripán, la carne, el mate, las minas de Santa fe, las minas de Florida, las minas, las revistas que me gustan, los programas de radio que me gustan, los rincones de la ciudad que me gustan, los lugares de mi infancia, los de mi adolescencia, la política, las luchas, las manifestaciones, los artistas, el futbol...”.

Pampita y el Loco Chávez en la edición italiana de la historieta
La versión italiana del Loco Chávez con Pampita en la tapa

El éxito de la serie fue tan grande que, además del personaje principal, se hizo famosa Pampita, la escultural novia del protagonista, un apodo que, dos décadas después, tomaría la modelo Carolina Ardohain, dándole así la cara y el cuerpo definitivo a la heroína de papel que había enamorado (y todavía sigue enamorando) a millones de lectores en todo el mundo.

HM/DCQ