El escritor y guionista Pedro Saborido fue reconocido hace algunos meses como Personalidad Destacada de la Cultura. En el último tiempo publicó los libros "Una Historia del Peronismo" y "Una Historia del Conurbano", y ahora se prepara para el lanzamiento de "Una Historia de la vida en el Capitalismo".
En una entrevista con PERFIL, el co-creador de Todo por dos pesos y Peter Capusotto y sus videos explicó que su nueva obra, publicada por Editorial Planeta, surgió a partir de distintas conversaciones que tuvo con economistas. Esta contiene relatos que van de los absurdo a lo psicodélico con situaciones humorísticas que, en el fondo, nos dan como resultado que casi todo nos recuerda a un cuento del autor.
Consultado sobre la actualidad política y social que atraviesa el país, Saborido dijo que "alguno que otro votaría" a Micky Vainilla -uno de sus personajes creados con Diego Capusotto- en las próximas elecciones aunque "no sería mayoría". También señaló que "el libro máximo de la cultura argentina" es el "karma y el consejo" para los partidos políticos a la hora de pensar en alianzas.
Pedro Saborido: “El peronismo está atravesado por el humor”
Después de “Una Historia del Peronismo” y “Una Historia del Conurbano”, ¿Cómo surgió el libro “Una Historia de la vida en el Capitalismo”?
Surge a partir de algunas charlas que había hecho con economistas, para saber cuánto de nuestra vida y costumbres estaban moderadas en base a preceptos capitalistas: la eficiencia, el aprovechamiento, la amortización… cuántas conductas las transformábamos según mandatos comerciales-financieros.
Hay una reversión de una frase de Eva Perón en el libro que dice “Donde hay una necesidad, hay un negocio”. ¿En qué cosas piensa que donde hay una necesidad no debería haber un negocio?
No hay que tenerle miedo a la palabra "negocio" si no termina sufriendo alguien. Muchas veces uno piensa en temas como la salud, el amor, la soledad. Alguien tiene que brindar tiempo para otro y ese tiempo debe cobrarlo porque tiene que sobrevivir. Los negocios no surgen nada más de una ambición de ganancia sino también de una supervivencia, que sería el costado donde uno no tiene, quizás, una mirada menos moralista.
Muchas veces ocurre con construcciones de apostolado: un maestro, un médico, o un enfermero ha elegido como apostolado una “vida sacrificada de vivir por los demás”, entonces cuando reclama unos mangos para vivir más tranquilo rápidamente se le tira su apostolado por la cabeza. Nadie le dice al dueño de una concesionaria de autos que tiene que hacer un sacrificio. Hay construcciones que parecen decir que a ciertos trabajos el dinero los contamina y otros no. Si Audi quiere ganar dinero está bien pero si un médico pide más plata parece que está mancillando la honorable y sacrificada carrera que eligió.
Puede ser, por otro lado, que alguien se aproveche de comprarle algo a una persona cuando está en una necesidad y precisa venderlo más barato.
También pensaba, por ejemplo, que cuando llega el verano puede aumentar el precio de los repelentes para mosquitos…
Claro. Esa misma mercadería que en junio estaba mirándonos con soledad desde la vitrina de una farmacia o un quiosco y ahora ya se hace necesario. Te dice “Ah, ahora venís por mí, me voy a aprovechar”.
Otro punto que plantea el libro son cosas que cada uno puede considerar “ridículas” y nos venden, como por ejemplo dice, la ropa "rota", como “jeans rotos”.
Hay de todo, pero es ridículo en tanto no te satisfaga a vos. Por ejemplo, a mí no me gusta el vino. No distingo un vino de 500 pesos y uno de diez mil, debe ser una falencia mía. Entonces digo, “¿Diez mil pesos por un vino? Pará, me compro una moto, con diez de esas me compro una moto”.
El placer de uno es el absurdo del otro. Si necesitas manifestarte a partir de un pantalón o una corbata; hay pocos artículos más inútiles que una corbata, pero desde el punto de vista de la elegancia parece que hay un código cultural donde una corbata termina de armar un traje y este termina de armar una posición. ¿Por qué puedo estar en zunga en la playa y no en un Coto? Porque hay gente… y en la playa también hay gente pero todo obedece a convenciones que conllevan acuerdos. También está el plus de placer, del goce; sino no comeríamos una milanesa, comeríamos un concentrado de vitaminas y minerales… Hasta visualmente una milanesa te habla, te hace disfrutar y gozar.
En otro de sus cuentos un joven denuncia a San Cayetano por el trabajo que le consiguió y el santo le manifiesta: “Evidentemente no somos comunistas”. Me recordó cuando se lo llama a Francisco “Papa marxista”. ¿Piensa que es así o en base a algún comentario ya se lo etiqueta?
Dice que 'evidentemente no son comunistas' porque obviamente no son ateos. Y ver un tipo que se pone del lado de los humildes y critica ciertas prácticas del neoliberalismo rápidamente va a ser señalado como marxista. Entonces parece que automáticamente todo lo que se me opone es marxista, incluso un Papa. Tenes al Vaticano a tu izquierda, no deja de ser un gran logro… de aquello que se supone que es lo conservador en determinadas áreas parece estar en un costado más humanista, con un montón de cosas que lo alejan del marxismo pero siempre, desde un extremo, se ve al otro bastante parecido.
Por ejemplo, cualquier persona que escucha que alguien vive en Villa Adelina -localidad bonaerense-, va a pensar ‘vive en el Conurbano’. Si dice que vive en San Isidro ya la mirada cambia, va a pensar que vive en las barrancas. Si vas a Mendoza te van a decir porteño, pero si esa persona dice que es de San Isidro o el Conurbano va a ser distinto: desde lejos, quien no ve la particularidad del Papa Francisco o de la Iglesia o del marxismo va a ver a todos como si todos fueran de San Isidro o del Conurbano. Es una perspectiva simplificadora.
Recientemente Joaquín Sabina expresó que “la Izquierda Latinoamericana está a la deriva”. ¿Cómo ve a la Izquierda actualmente en América Latina y en Argentina?
Yo creo que lo que es deriva es también un momento de búsqueda y definición. Uno se transforma según la realidad. La absoluta coherencia puede ser muy respetable y admirable pero hay un ejercicio de las izquierdas en busca del poder en lugares democráticos. Y eso a veces las lleva a esas “derivas” o a esos lugares donde necesita seguir estando y hacer política.
La política no es coherencia. La política tiene una parte que son los valores y después los movimientos no son siempre coherentes, todo tiene que ver según un marco de conveniencia. Obviamente, uno dirá “¿Qué opinás de ese movimiento hacia el centro de Lula en Brasil? Los votantes tuvieron que elegir entre la coherencia de rescatar su ideología o las conveniencias de que no esté Jair Bolsonaro. Los propios seres humanos a veces somos más pragmáticos o más principistas, nadie decide los contextos: están y vos hacés lo que podés en esos contextos, algunos con más o menos fortuna, o con más o menos coherencia.
"Hay construcciones que parecen decir que a ciertos trabajos el dinero los contamina y otros no."
¿Cree que si Micky Vainilla se presentara a candidato para algún cargo en las próximas elecciones alguien lo votaría?
Alguno lo votaría, sí. No todo el mundo, no sería mayoría, pero alguno que otro lo votaría.
¿Hay algún momento “micky-vainillesco” que haya escuchado últimamente en las declaraciones de algún político?
No, me parece que a veces se les escapa alguna cosa pero no “micky-vainillescas”, las tenían de antes. No me sorprende. En todo caso alguno se puede animar a hablar un poco más. Que sé yo, a Mauricio Macri se le escapa, desde un lugar común, lo de la “raza superior” con Alemania... un animal, pero seguramente lo quiso decir en términos futbolísticos.
Sigue siendo una transgresión y dentro del consenso social no está el racismo, no hay lugar para eso. Los racismos no son, hoy en día, mayoritarios nunca. Vivimos en un mundo de definiciones y por eso nos llaman la atención las transgresiones y no las moderaciones; nos va a llamar la atención un tipo que putea y grita que alguien que quiere decir algo coherente.
Voy a tomar como metáfora una chiste de otro de sus relatos. Pensando en el panorama electoral del año que viene, ¿Ve que los espacios políticos van a tomarse un “Frapuccino Frepaso Letto Litto” como alianzas o acá el que se separa pierde?
Vos pensá, ¿Cuál es el libro máximo de la cultura argentina, el más emblemático?
El "Martín Fierro"
¿Y cuál es la frase más conocida?
Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera...
Ahí está. Ese es el karma. La frase más conocida del libro más emblemático de la Argentina. Que le dá nombre a clubes, a calles, a plazas, estaciones de subte en el caso de José Hernández. Es el karma y el consejo: el que no va junto, pierde.
CP