Uno de los museos más grandes de Marsella, Francia, dedicó una exposición a la historia del desnudo social y para recorrerla los visitantes pueden hacerlo también desnudos. Así, quienes desean disfrutar de la exposición se comprometen con la obra e ingresan al establecimiento vistiendo solo su calzado.
Esta propuesta pertenece al Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterráneo, conocido como Mucem, donde se hace foco en el desnudo social, que los practicantes suelen llamar naturismo.
Ya son más de 100.000 las personas que visitaron la exposición desde su inauguración en julio, y, en cinco recorridos especiales, unas 600 de ellas ingresaron desnudas.
Sin duda, este museo propone una práctica de contemplación multidireccional, ya que, por un lado, están las obras, por otro los visitantes y su desnudez y, por último, la mirada de los demás sobre la propia desnudez.
Esta visita es para muchos un gran desafío, ya que muchos de los interesados no habían permanecido desnudos ante un grupo en el pasado. Por esto la cita implica una nueva relación con los cuerpos.
“Normalmente, los cuerpos están muy sexualizados”, reconoció al New York Times Jule Baumann, de 27 años, una de las visitantes de la última semana. “Me gustó la idea de estar en un lugar donde es normal estar desnudo”, agregó.
Aunque esta no es la primera muestra que se visita desnudo, su novedad reside en que se trata de uno de los museos más importantes de Marsella que le dedica una gran muestra a la historia, la cultura y la iconografía del “naturismo” que se asocia al nudismo, pero que incluye una filosofía de respeto entre personas y con la naturaleza.
Paraísos naturistas
“Paraísos naturistas” presenta un recorrido sobre la desnudez como propuesta política en los últimos siglos. Incluye tapas de revistas, fotos en blanco y negro, videos de archivo, pinturas y textos alusivos.
El viernes pasado fue último evento nudista antes del cierre la muestra, el 9 de diciembre, y los participantes llegaron justo después de la salida de los visitantes vestidos.
Los asistentes llegaron con su ropa puesta al museo y se desnudaron en un vestuario preparado para la ocasión, algunos se taparon con mantas y toallas, pero el ambiente se calefaccionó para que se animaran a caminar sin nada que los cubriera.
Esta exposición se centró en el naturismo en Francia, donde se estima que hay alrededor de dos millones de turistas naturistas al año, la mitad franceses y la otra mitad extranjeros.
RB / Gi
