CULTURA
Educación y divulgación

Un arquero, una vendedora de sombreros, un médico: historias de quienes salvaron a judíos del Holocausto

En el Museo de los Justos se recopilan los nombres y las acciones de quienes pusieron en juego su vida para salvar a quienes eran perseguidos por el nazismo y el fascismo en Europa. Es una iniciativa de la docente Adriana Schvartzman y la psicóloga Susana Goldman.

justos entre las naciones 20230929
justos entre las naciones | Collage

La cubana Amparo de los Remedios Otero se estableció en París para seguir su carrera de fabricación de sombreros, se casó con un judío con quien tuvo un hijo y pronto quedó viuda. Cuando la familia de su marido corría peligro de ser llevada a campos de concentración nazi los ocultó en el sótano de su casa en Siran y los salvó poniendo en riesgo su vida. Esta es una de las historias que se pueden encontrar en el Museo de los Justos, un espacio virtual que recupera la memoria de quienes hicieron lo posible para salvar a judíos del Holocausto.

Amparo Otero
Amparo de los Remedios Otero

El Museo de los Justos es una iniciativa de la docente Adriana Schvartzman, y la psicóloga Susana Goldman que busca resignificar y recordar las historias de los justos de las naciones, aquellas personas que arriesgaron su propia vida para salvar a judíos durante la Shoá (Holocausto), y resaltar el valor del respeto a la vida y al prójimo. Además de material audiovisual, se incluyen diferentes preguntas disparadoras ideadas especialmente para reflexionar sobre el valor, la memoria, el pasado, el presente y el futuro. Desde septiembre, además del portal, el Museo armó un cuadernillo para usar en los diferentes ámbitos educativos. 

El misterio de la foto de 3 niñas que escaparon del Holocausto que se resolvió 84 años después
 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

“Nosotras pensamos este Museo de los Justos como un espacio vivo de difusión y resguardo de las historias de personas que, por sus pilares éticos y sus valores morales, priorizaron la vida de otros seres humanos, poniendo en riesgo la suya propia. Es una herramienta educativa, cuyo objetivo es enseñar y recordar, resistiendo al efecto corrosivo del olvido, para que sus historias y el legado que nos dejaron no se pierdan”, explicó Goldman. “Los Justos de las Naciones enseñan que cada persona puede marcar la diferencia”, agregó Schvartzman.

El Museo de los Justos cuenta con más de 70 historias que están organizadas por país, ciudad o profesión. El contenido es constantemente actualizado y regularmente se suman nuevas historias inspiradoras. Además del cuadernillo recientemente publicado, las creadoras del museo brindan charlas y asesoran a estudiantes y docentes que quieren ahondar sobre esta temática.

El Doctor que atendió a los perseguidos y el arquero que se dejó meter un gol en un mundial

Mohamed Helmy Abu el -Ainin Said Ahmed, nació el 25 de julio de 1901 en Jartum, que era entonces Egipto británico y eligió estudiar medicina en Berlín donde se doctoró en 1937. Le tocó ser testigo del despido de médicos judíos del hospital y luego él mismo fue perseguido por no pertenecer a la “raza aria”. 

Helmy se animó a proclamarse en contra de las políticas nazis y se jugó la vida al refugiar a una paciente suya de 16 años llamada Anna Boros. El médico le ofreció una cabaña que poseía en el barrio berlinés de Buch y logró salvarle la vida. “La Gestapo sabía que el Dr. Helmy era nuestro médico de familia y sabían que tenía una cabaña en Berlín-Buch ”, escribió Anna después de la guerra. "Se las arregló para evadir todos sus interrogatorios. En tales casos, me llevaba a unos amigos donde me quedaba varios días, presentándome como su prima de Dresde. Cuando pasaba el peligro, regresaba a su cabaña. El Dr. Helmy hizo todo por mí con la generosidad de su corazón y le estaré agradecido por la eternidad”, relató.

justos entre las naciones
Dr. Mohamed Helmy

Otra de las historias compartidas en el Museo de los Justos es la del arquero František Plánicka nacido en Praga, en ese entonces parte del Imperio Austro-Húngaro y actualmente República Checa. 

En 1934 fue convocado para la selección de fútbol checa que compitió en la segunda edición del Campeonato Mundial de Fútbol masculino en Italia, país gobernado por Benito Mussolini, Il Duce. En este contexto, Italia y Checoslovaquia llegan a la final, el día 10 de junio de 1934 en el llamado “Estadio Nacional del Partido Nacional Fascista” de la ciudad de Roma.

justos entre las naciones
František Plánicka

Una noche antes de la final, en la concentración, los futbolistas italianos recibieron la “visita” de Mussolini, quien les advirtió que, si no obtenían la victoria en la final, los mandaría a degollar. El día del partido el juego se mantuvo parejo y en el entretiempo un hombre de Mussolini le recordó a sus jugadores la amenaza de la noche anterior. Como el juego terminó 1 a 1 la tensión y el terror de los italianos reinaba en el estadio. En el alargue, finalmente Ángelo Schiavio le dio el título del mundo a los italianos, al colocar el 2 a 1 definitivo.

Como el arquero checo era imbatible, el gol despertó sospechas, sobre todo con la mirada cómplice que el italiano cruzó con Plánicka. Registros póstumos constatan que el mismo Schiavio le regaló al arquero la medalla de oro de Campeón del Mundo, con una carta adjunta que decía: “Gracias, nos salvaste la vida. Afectuosamente, Ángelo Schiavio".

RB CP