Jorge Knoblovits, presidente de la DAIA, aseveró que "hay ciertas cosas que me resultan incomparables", en referencia a que alguien que participa de las elecciones, por más autoritario o extremista que sea, no puede ser comparado con Adolf Hitler. Los dichos del Presidente sobre Javier Milei, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Leímos un tuit tuyo que decía: “Presidente Alberto Fernández, participar del juego democrático no deriva en Holocausto, los Holocaustos son consecuencias del odio, intolerancia y la cancelación de las minorías”. Ahora, no solo habló el Presidente sobre esto, el Papa Francisco en dos oportunidades también hizo mención a Hitler. Hablar de Hitler y plantear que asumió el gobierno alemán a través de elecciones, ¿es banalizar el Holocausto?
Hablar de Hitler es importante porque contás lo que él hizo. Comparar a cualquiera con Hitler es banalizar el Holocausto. Comparar a alguien que participa de las elecciones o decir que La Cámpora es la Gestapo, es banalizar el Holocausto.
Nada de lo que sucedió en el Holocausto es comparable con lo que a vos te guste o no te guste de un político de uno u otro sector.
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¿Si es posible que haya un Hitler en el mundo o en Argentina? Puede ser. No exactamente los que participan con un discurso que puede adherirse o no a tu criterio económico, social, político o armamentístico.
Pero hay gente, como Alejandro Biondini, y hay muchos más, que utilizan el espacio democrático con discursos francamente negacionistas y banalizadores del Holocausto. No es el caso de Milei o el del Papa.
¿El Papa banalizó el Holocausto? Porque dijo exactamente lo mismo que Alberto Fernández, eso de que Hitler llegó a través de elecciones. Entonces, ¿el Presidente banalizó el Holocausto?
Alberto Fernández habló de una persona, con nombre y apellido, diciendo que si llega al poder va a ser Hitler. No creo haber escuchado al Papa diciendo eso.
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Escuchando a Alberto Fernández y al Papa, para evitar la confusión, en este primer fragmento con el periodista, el Papa es aún más claro. Se le pregunta por los jóvenes que siguen a ideas extremas y se está refiriendo a Milei, sin ninguna duda.
No puedo interpretar al Papa ni a Alberto, salvo en lo que claramente está dicho, que es mi función. Una cosa está nominada y otra innominada. Hay una diferencia sustancial cuando vos le ponés una distinción a alguien que participa de las elecciones, con nombre y apellido, y decís "puede llegar a ser", claramente.
Así como vos pensás e inferís que el Papa habla de Milei, yo te digo que en realidad podría hablar de cualquier juventud extremista neonazi que participa de las elecciones.
Pero está hablando de la Argentina. Vamos a escuchar el fragmento juntos de nuevo porque nos conocemos de hace años, sé de tu honradez intelectual, y lo que nosotros queremos es contribuir al entendimiento de todos los argentinos.
Hemos cerrado un trabajo previendo que esto iba a suceder esto de usar la figura del Holocausto, Hitler y la Gestapo, para decir que lo peor que le pasa al otro es ser como Hitler. Entonces, me parece que esto es a lo que tenemos que estar atentos.
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Lo del Papa está innominado. Lo del Presidente no es antisemitismo, es banalizar el Holocausto, que es de extrema gravedad en la historia del mundo, y no es lo mismo una cosa que la otra.
Porque a veces nos pasa en Argentina que tenemos el síndrome Minguito Tinguitela, de que todo sea igual, y no es todo sea igual. Seamos respetuosos con las formas, las figuras y con las oportunidades que nos da la historia.
Alberto Fernández y el Papa tienen todo el derecho de citar que Hitler ascendió al poder a través de elecciones, lo que no quiere decir que todo autoritario se convierta en Hitler, porque de lo contrario, nunca más se puede hablar de Hitler.
Solamente podés hablar de Hitler.
Ni el Papa ni el Presidente hablaron del Holocausto, sino de que Hitler llegó por elecciones. Entonces, hay un punto en el que me parece que si nos ponemos más papistas que el Papa eliminamos la posibilidad de discusión.
Te entiendo. Lo que digo es que cuidemos el lenguaje, porque éste nos formatea, nos permite tener capital simbólico para poder expresar las cosas como corresponde.
Hay ciertas cosas que me resultan incomparables y que no tienen que ser asimiladas unas a otras. Y si estás en el juego de las elecciones y le tenés miedo alguien, tenele por las cosas que dice al respecto sobre las cuestiones que hizo y que pudieran ser iguales a las de Hitler, y no porque quiere cerrar el Banco Central.
Te puede gustar o no, pero la verdad es que las figuras son incompatibles e incomparables.
Desde ya. Lo que te planteamos es si es banalizar el Holocausto decir que Hitler llegó al poder a través de las elecciones y que fue votado.
No, claro que no.
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Eso fue lo que se dijo.
Banalizar el Holocausto es decir que quien participa del juego democrático pueda llegar a ser Hitler porque dice cosas que, al entender de uno, son extremas en lo económico, o por la venta de órganos. No todo es igual en Argentina.
Vos y yo sabemos que tenemos que tener una Argentina en donde las cosas sean claras, porque sin eso no vamos a poder construir una Argentina de acuerdos, eso es lo que estoy tratando de decir.
BL JL
