Mientras avanzan los trabajos para convertir el Centro porteño en una pista de TC 2000, crecen las advertencias sobre los daños que la carrera podría causar en los edificios centenarios que pueblan el casco histórico. A sólo tres semanas de que arranquen los motores (el 31 de marzo), la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos envió una carta a Mauricio Macri para pedirle que revea el recorrido porque consideran que las vibraciones podrían arruinar el Cabildo.