La dupla Lammens-Tinelli puede levantar el trofeo y sonreir para las cámaras. Passarella, lo mismo. Es que dos títulos, son dos títulos, aunque vengan con 77 años de retraso. Lo curioso es que en la foto no aparece ningún jugador. No hay un nueve demoledor, de esos que entran al área y no perdonan. Tampoco un arquero salvador, ese que gana puntos a pura tapada. Y ni hablar de un estadio en llamas, con gente hasta en los pasillos al grito de “dale campeón, dale campeón”. Los héroes, hoy, son los dirigentes. Ellos son los verdaderos responsables de los títulos que sumaron San Lorenzo y River. El poster, esta vez, debería ser para ellos. Passarella, de traje, Lammen, de sport, en la lámina central de Diario Popular. Y todo por el efecto Vélez. O por la AFA. Bah, en realidad, por una desprolijidad más de la AFA.
La historia es un delirio. Un cuento inverosímil. El título sería: le reconocen a San Lorenzo y River dos campeonatos de 1936. Pero se los reconocen ahora, en pleno 2013. El detalle es así: los dos torneos del ’36 (Copa de Honor y Copa Campeonato) los ganaron el Millonario y el Ciclón, pero el reglamento establecía que debían jugar una final para definir al campeón. Se la llamó Copa de Oro, se disputó en la cancha de Independiente y la ganó River 4-2. Entonces quedó establecido que el club de Núñez fue el campeón de ese año, y la AFA no reconoció como oficiales los torneos que los dos clubes habían ganado ese año.
San Lorenzo venía reclamando hace tiempo la oficialización de esa conquista. Pero cuando Vélez le ganó a Newell’s la Súper Final el sábado pasado los trámites se aceleraron. Casualidad o no, con ese título que ganaron en un solo partido los de Liniers sumaron diez torneos ganados en su historia, la misma cantidad que los de Boedo. Por eso esta semana fue determinante: y el jueves por la noche la AFA reconoció que San Lorenzo merecía lo suyo y aceptó que ese torneo del ’36 era oficial. Y como el otro campeón era River, la ligó de rebote.
Con estos dos títulos que ganaron 77 años después, San Lorenzo superó por uno a Vélez en la tabla general, y River, sin mover un papel, logró un mérito histórico: ahora es el primer tricampeón del fútbol argentino (dos títulos del ’36 y uno del ‘37), y relegó a Racing, que hasta ahora exibía con orgullo la seguididda 49-50-51.
No es la primera vez que se manipula la historia para modificar las estadísticas. En el Centro de Investigación de la Historia del Fútbol dijeron que descubrieron en 2008 un gol que Angel Labruna había hecho ¡en 1941! Con este obsequio, el ídolo de River sumó 293 tantos y alcanzó a Arsenio Erico en el tope de la tabla de los máximos goleadores de la historia.
¿Reclamará Boca el título de 1991 que perdió en la final por penales contra Newell’s? ¿Se armará sobre la calle Viamonte una fila de dirigentes con papeles amarillentos y diarios de otras épocas? Tal vez hasta aparezca algún historiador que se jacte de haber conseguido un campeonato. En fin. Otro despropósito. Una desprolijidad más de la Asociación del Fútbol Argentino.