Maidana lo pone nocaut antes del sexto. Mayweather, esta vez, no podrá aguantar la potencia de Marcos. Floyd es un pecho frío. El Chino es puro huevo y corazón…”
Es como un contagio colectivo de optimismo. Es como si la victoria de Marcos René Maidana, esta noche en el MGM Grand de Las Vegas, se hubiera convertido en una necesidad sin apelaciones. Así están algunos de los que saben mucho y muchos que no saben nada. Pareciera que Floyd Mayweather no existiera.
Ese aluvión de fe parece haber sumergido casi irrespetuosamente una historia brillante en antecedentes ganadores: ocho cetros mundiales en cinco categorías diferentes. Ni siquiera pesan nombres como Mosley, Ricky Hatton, De La Hoya, Cotto o Canelo Alvarez, sumados a otros, quizá sin tanto brillo, pero con el prestigio de buenos boxeadores. Quienes analizan el duelo desde una perspectiva nacionalista y pasional no dudan en un heroico triunfo de Marcos Maidana. Pero la obligación periodística es distinta, más comprometida y más entroncada con un análisis frío y sensato.
No es frecuente que Mayweather, campeón welter AMB y CMB y, además, titular superwelter del CMB, le otorgue la revancha a un rival que derrotó hace cuatro meses. Pero en reconocimiento al esfuerzo y a la enjundia del santafesino que no le permitió el lucimiento en el combate del 3 de mayo, decidió ofrecerle el desquite arriesgando las tres coronas que ostenta. Este hecho posiciona al combate como uno de los más importantes en la historia del boxeo nacional.
Maidana es consciente de la calidad de su adversario y sabe que tiene doce rounds para poner una mano justa y dar, acaso, el batacazo más grande de la historia del boxeo moderno. ¿Tendrá mejores chances esta vez? Ya lo conoce a Floyd. Y no le tuvo respeto arriba del ring aquella noche.
Estrategia. A pesar de que Mayweather es sagaz sobre el ring, el Chino cuenta con una chance real y aplicable para lograr el triunfo: debe repetir su mejor rendimiento, como lo hizo frente a Adrien Broner, en 2013, y poner en escena todas sus agallas para potenciar su orgullo guerrero. Su fortaleza mental le permitirá un buen desempeño, presionando sin regalar blancos fáciles y provocando el golpe por golpe a suerte y verdad. A diferencia del primer choque, ya conoce la movilidad de Floyd y sabe que debe tirar muchos golpes a las zonas blandas para quebrar la línea de castigo acumulando dolor. También tendrá que administrar los golpes boleados y dosificar las fuerza para pegar con más justeza. El poder de una mano, en boxeo, anula todos los pronósticos. Y Maidana lo tiene. Aunque no le dejen usar los guantes que mejor le vienen. Misión complicada, pero no imposible.
Floyd Mayweather es amplio favorito: las apuestas lo favorecen 10-1. A los 37 años le sobra categoría para estar considerado el mejor boxeador libra por libra. Su estilo fresco y veloz lo convirtió en un especialista en esquivar golpes y pegar en retroceso, maneja la distancia a base de la rapidez de sus piernas y se necesita su misma rapidez o incluso más para boxearlo. Tal vez por eso se especula que esta vez no saldrá a intercambiar golpes, sino a bailotear para frustrar anímicamente al argentino.
A pesar de su inmaculada campaña, muchos le cuestionan a Floyd Mayweather que en su prontuario le falta una gran prueba de grandeza, un combate épico que lo acerque al pueblo. Y, de algún modo, encuentran en el corazón guerrero de Marcos Maidana al esperadísimo oponente que le introduzca drama a una de sus peleas. ¿Lo logrará?
El combate promete ser de largo aliento y cautivante. Por las pinceladas artísticas del norteamericano y por la guapeza batalladora del santafesino. Pero también todo se puede resolver con una mano y en un minuto. Aunque el cuento no es tan fácil como lo cuentan esos que dan por hecho todo lo que hay que hacer.