Llegó el día tan esperado, una vez más el campeonato se definía en la última fecha. Y era Boca el que tenía las mayores posibilidades de adjudicárselo tras haber tropezado el fin de semana pasado en Córdoba. Pero enfrente lo esperaba Lanús, un equipo que logró sus mayores frutos jugando de visitante. Y Lanús hizo su negocio, cambió la historia y obligó a que por primera vez en torneos cortos, haya un partido desempate.
Pero el mayor mérito hay que dejárselo al Estudiantes dirigido por Diego Simeone que venció a Arsenal 2 a 0 y demostró por qué llegó hasta estas instancias peleando palmo a palmo con Boca el campeonato tan ansiado.
Boca salió al campo de juego decidido a imponerse en el área de Lanús y fue hacia allí como un torbellino ante un equipo que le impuso un esquema defensivo que le permitía salir de contraataque e intentar lograr la hazaña de quitarle la ilusión a los dirigidos por Ricardo La Volpe.
Algunas desinteligencias defensivas de Lanús, le generaban espacios a los xeneizes para poder llegar con peligro al arco defendido por Carlos Bossio. Boca intentaba imponer su protagonismo utilizando las subidas de José María Calvo y de Hugo Ibarra, e intentaba armar juego por medio de Neri Cardozo, Fernando Gago y Rodrigo Palacio.
Sobre los 14 minutos, Guillermo Marino pudo haber abierto el marcador a través de un remate fuerte que se fue casi rozando el travesaño de Bossio. Si bien se jugaba lejos de los arcos, el partido era muy intenso. Boca era el que manejaba la pelota mientras que el granate intentaba generar juego por medio de Rodrigo Archubi, Maximiliano Velásquez, Marcos Aguirre y Sebastián Leto.
Y Lanús pudo haber empezado a cambiar la historia. Velásquez recibió sólo dentro del área por la izquierda una pelota enviada por Lautaro Acosta, pero el mediocampista remató muy fuerte y el balón se fue lejos por encima del travesaño. Boca salió de contraataque aprovechando la velocidad de Cardozo, éste tocó para Martín Palermo y el delantero se le dio a Palacio, pero Velázquez le ahogó el grito de gol al joven atacante al sacarle con lo justo la pelota al córner.
En esa jugada, Marino envió el centro y Agustín Pellettieri tocó al pelota con la mano. Elizondo no dudó y cobró penal. Palermo se paró frente al balón y, ante un agazapado Bossio, envió un remate fuerte que se metió al medio del arco y Boca se ponía 1 a 0 arriba para empezar a soñar con el tricampeonato.
La gente disfrutaba y el equipo jugaba bien, pero a veces los errores se pagan caro. Y Boca los pagó. Sobre el final de la primera etapa y en una jugada comandada por Acosta, Lanús igualó el marcador a través de un cabezazo de Claudio Graf que se metió en el ángulo derecho de Aldo Bobadilla. El xeneize debió conformarse e irse a los vestuarios con el empate .
Al inicio del segundo tiempo, Palacio armó una gran jugada y, dentro del área por el medio, remato, pero su envío se fue por encima del travesaño. Segundos más tarde, otra vez Palacio complicó a la defensa granate y Santiago Hoyos, casi en la línea, salvó a Lanús mandando el balón al córner.
El equipo dirigido por Ramón Cabrero seguía jugando de contraataque mientras que Palacio se había vuelto, por momentos, incontrolable para los defensores de Lanús y en una misma jugada, primero Bossio y luego Walter Ribonetto, hicieron que el partido continúe igualado.
Boca iba con todo a buscar la victoria, pero no podía plasmar en la red su superioridad. En tanto, Lanús aprovechó muy bien un contraataque y Rodrigo Archubi convirtió el segundo gol para su equipo que hizo enmudecer a toda la Bombonera. La gente empezó a impacientarse y La Volpe decidió que ingresen Andrés Franzoia y Mauro Boselli para tener más peligrosidad en ataque.
Minutos más tarde, Palermo se perdió el empate en una jugada en la cual el balón se fue rozando el palo izquierdo de Bossio. La decepción era la palabra más escuchada en el estadio debido a que Boca no podía quebrar el esquema ultradefensivo impuesto por Lanús, sobre todo después de haber convertido el segundo gol.
En medio del nerviosismo generalizado, la parcialidad boquense empezó a pedir por su ídolo máximo: Guillermo Barros Schelotto. Y La Volpe le dio el gusto. Sobre los 31 minutos hizo ingresar al mellizo para intentar cambiar la historia, pero las cosas siguieron igual. Encima Estudiantes demostraba por qué fue el único que le peleó la punta a Boca y le ganaba a Arsenal, lo que desencadenaba un partido desempate.
Las esperanzas de Boca se fueron diluyendo y, ya a esta altura, la decepción era aún mayor. Elizondo dio por finalizado el encuentro, el último para él, y la Bombonera quedó enmudecida mientras que La Plata era una fiesta.
Por primera vez en campeonatos cortos jugados bajo la modalidad de Apertura y Clausura, impuesa en 1991, se llega a un partido desempate, que según informó la AFA se disputará finalmente en el estadio de Racing el jueves, a partir de las 17.10 y con arbitraje de Daniel Giménez. En principio, el encuentro iba a jugarse un día antes, pero debió ser postergado ante la imposibilidad de contar con efectivos policiales el miércoles 13, por celebrarse el Día de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Síntesis:
GOLES EN EL PRIMER TIEMPO: a los 30 minutos, Martín Palermo (BJ), de penal y a los 44m Claudio Graf (L).
GOL EN EL SEGUNDO TIEMPO: a los 12 minutos, Rodrigo Archubi (L)
CAMBIOS EN EL SEGUNDO TIEMPO: a los 15 minutos Andrés Franzoia por Matías Silvestre (BJ) y Mauro Boselli por Guillermo Marino (BJ); a los 22m Matías Fritzler por Marcos Aguirre (L); a los 30m Sebastián Benítez por Sebastián Leto (L); a los 31m Guillermo Barros Schelotto por José María Calvo (BJ) y a los 43m Mauricio Romero por Lautaro Acosta (L).
BOCA JUNIORS: Aldo Bobadilla; Hugo Ibarra, Matías Silvestre, Daniel Díaz y Claudio Morel Rodríguez; Neri Cardozo, José María Calvo, Frenando Gago, Guillermo Marino; Martín Palermo y Rodrigo Palacio. DT: Ricardo La Volpe.
LANÚS: Carlos Bossio; Rodolfo Graieb, Santiago Hoyos o Mauricio Romero, Walter Ribonetto y Maximiliano Velázquez; Lautaro Acosta, Agustín Pelletieri, Rodrigo Archubi y Sebastián Leto; Marcos Aguirre; Claudio Graf. DT: Ramón Cabrero.