No será un clima fácil. Luego de la derrota 4-1 de visitante ante Colo Colo, Gimnasia y Esgrima La Plata recibirá el jueves a los chilenos con la intención de dar vuelta la historia en la Copa Sudamericana. El partido de ida fue claramente dominado por el equipo de Claudio Borghi, pero terminó dos minutos antes del final por agresión de la hinchada local a Nicolás Cabrera.
Borghi se mostró atemorizado por lo que pueda pasar en La Plata, pensando en el antecedente fresco de los hechos de violencia en Chile.
Juan José Muñoz, presidente de Gimnasia, decidió prohibir el ingreso de hinchas visitantes, en una medida que fue consensuada con el Comité Provincial de Seguridad Deportiva (COPROSEDE) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF). Sin embargo, un grupo de unos 300 hinchas chilenos piensan viajar igual para ver a su equipo.
"La verdad es que iré a ese partido con mucho miedo, porque temo que pase algo a mi alrededor", le confió telefónicamente a Espn Radio en Rivadavia el ex futbolista de Argentinos Juniors.
Borghi dijo estar dispuesto incluso a perder el partido "para evitar hechos de violencia”. "Si hace falta tirar el partido lo haremos, porque no queremos que nadie salga lastimado", afirmó desde Santiago el técnico de Colo Colo.
"Los jugadores de Colo Colo tienen, en muchos casos, la edad de mis hijos, y me siento en la obligación de protegerlos como si lo fueran", afirmó el 'Bichi'.
En cuanto a su llegada a Buenos Aires, Borghi anticipó que lo hará "en automóvil desde Santiago", partiendo mañana a primera hora, porque "ni borracho" se sube a un avión.
En cuanto al anuncio efectuado por la barra brava de Colo Colo, respecto de que igual viajarán a la Argentina pese a que no podrán entrar al estadio Ciudad de La Plata, la prensa chilena hizo saber que un grupo de hinchas de Chacarita Juniors apoyarán a los del 'cacique'.
Los barras de Chacarita irían el jueves al aeropuerto de Ezeiza para recibir a los de Colo Colo y desde allí viajarían a La Plata, para respaldarlos en una cruzada que, así presentada, puede tener un final violento.