Bottinelli: "Si no ganamos el sábado se va a poner bravo"

La derrota sufrida este martes ante el Caracas, de Venezuela, a priori el rival más débil del Grupo 1 de la Copa Libertadores, dejó golpeado al plantel de San Lorenzo, según reconoció el defensor Jonathan Botinelli, quien confesó estar “muy preocupado” por el mal arranque del equipo, tanto en el torneo Clausura como en el certamen continental.

“Estamos preocupados y muchísimo… No nos tocó nunca arrancar perdiendo así, en el campeonato y en la Copa. Nos está costando meter un triunfo y eso nos decepciona. Jugando en un equipo grande, estamos más acostumbrados más a ganar, que a perder. Si no ganamos el sábado, se va a poner bravo”, admitió el defensor de San Lorenzo, que el sábado recibirá a San Martín de San Juan, desde las 19.20 en el Nuevo Gasómetro, por la segunda fecha del Clausura.

Para el conjunto de Ramón Díaz, que contó con el esperado debut de Andrés D’Alessandro entre los titulares, Caracas aparecía como el rival más accesible del grupo, por lo que la derrota por 2-0 sufrida en tierras venezolanas le cayó como un ‘balde de agua fría’. Algunos culpabilizan al técnico riojano por su planteo “mezquino” de poner como único delantero a Andrés Silvera.

“Es cierto, nosotros pensábamos al menos sacar un punto y empezar bien en la Copa. Pero se nos complicó. Ahora tenemos que tratar de sacar un punto en Belo Horizonte (ante Cruzeiro) o en la altura de Potosí (contra el Real Potosí). Y además tenemos que ganar de local, que es muy importante”, expresó Bottinelli, en declaraciones a Radio La Red.

Pese a las dificultades, el defensor fue optimista respecto de revertir la mala situación. “Hemos pasado situaciones peores en el club, podemos darlo vuelta. Tenemos plantel para hacerlo, este es un equipo de hombres”

Finalmente, el zaguero deslizó su molestia –como la de sus compañeros- por el largo trayecto que deberá soportar el plantel para regresar a Buenos Aires. “Hasta el viernes no vamos a llegar, así que debemos prepararnos bien acá, en Venezuela. No es cómodo, porque cuando uno pierde, quiere sacarse rápido de la cabeza la derrota y pensar rápido en lo que viene. Pero estando en el mismo lugar, uno sigue pensando en los errores cometidos y eso no nos deja liberarnos un poco”, concluyó.

Fuente: Télam