Yokohama.- Los 3.000 hinchas de Boca que se establecieron sobre la cabecera que daba en el primer tiempo al arco ocupado por Mauricio Caranta se hicieron oír claramente por encima de las otras 70.000 personas que habitaron esta noche el estadio Internacional de Yokohama.
El "Dale Boca, dale Boca..." fue el sonido que permanentemente surcó el aire durante la final del Mundial de Clubes, mientras los parciales del Milan, mezclados italianos con japoneses, solamente generaban exclamaciones ante alguna aproximación de sus jugadores al arco argentino.
Y la parafernalia multicolor fue otro elemento a destacar en la fría noche japonesa, ya que a la profusión de banderas con inscripciones que representaban a distintas localidades de Argentina se agregaron pancartas alusivas, como una en la que se observaba la camiseta de Martín Palermo con la cara de Diego Maradona.
También había otras con referencias como "Cocodrilo siempre con Boca", en alusión al conocido boliche porteño. Lo llamativo es que justo enfrente había otra pancarta que decía Kakamanía y tenía una imagen del gran jugador brasileño.
Los colores auriazules también estuvieron en la base de un inmenso globo terráqueo que fue exhibido minutos antes del comienzo del partido, aunque en este caso compartidos con el rojo y negro de Milan.
En tanto la Copa del Mundo estuvo colocada siempre sobre una alfombra amarilla que desembocaba en el campo de juego. Y el dato, a priori, no pareció menor.
Es que las alfombras siempre suelen ser rojas, como parte de la camiseta de Milan. Pero esta vez tuvo la cromática de media casaca de Boca. Todo un símbolo previo.
Fuente: Télam