Las siete mil populares correspondientes al público de Boca Juniors disponibles para el superclásico del próximo sábado ante River Plate se agotaron rápidamente esta mañana, lo que generó incidentes entre los hinchas que se quedaron sin entradas en el Estadio José María Minella de Mar del Plata.
Al anunciarse que no quedaban más generales para la cabecera que deben ocupar los hinchas de Boca, muchos de los frustrados compradores produjeron desórdenes con corridas y roturas de los vidrios de las boleterías. La irritación de los hinchas se debió a le velocidad con la que se terminaron las entradas, que se vendían a razón de no más de dos por persona para dificultar la reventa en los alrededores del estadio.
No obstante ese mecanismo, la policía detuvo esta tarde a 17 personas que se dedicaban a revender localidades en inmediaciones del estadio Mundialista. El operativo lo encabezó el jefe de la policía Distrital, inspector Guillermo Britos, quién informó sobre la captura de 15 hombres, entre ellos dos menores, y dos mujeres que tenían en su poder bolsas con entradas para el clásico del verano en Mar del Plata.
Además de los tickets, se secuestraron alrededor de 2.500 pesos en efectivo como fruto de la reventa. Los detenidos mayores quedaron a disposición del juez en lo correccional deturno y los menores en el juzgado de Menores.
Según indicaron fuentes policiales, los encargados de vender las entradas en el estadio denunciaron que los detenidos rotaban en la fila constantemente para comprarlas de a dos por persona, tal como se había previsto. Así y todo, resulta más que sospechoso que en pocos minutos los revendedores lograran tener en su poder miles de entradas populares que vendían en valores superiores a los 40 pesos, cuando su valor real era de 15. La forma en que tantos tickets llegaron a sus manos es aún objeto de investigación por parte de la policía.
El partido entre River y Boca generó gran expectativa por tratarse del primer superclásico del año. Las colas de gente que pretendía adquirir su localidad llegaron a dar dos vueltas completas al estadio y desde las 0.30 de hoy, poco después de la finalización del partido que empataron anoche River y San Lorenzo de Almagro, ya había hinchas frente a las boleterías.
Albino Valentini, encargado de la organización por parte de la empresa Torneos y Competencias, consideró que "es posible que siete mil populares se agoten en dos horas y media. Este estadio no es el Maracaná".
Según Valentini " nunca se generó una expectativa así para un superclásico en Mar del Plata. Es la primera vez que se acaban las populares en tan poco tiempo".
La decisión de que no se vendan más de siete mil localidades por cabecera corresponde a una imposición del Comité Provincial de Seguridad Deportiva (Coprosede), que por cuestiones de seguridad sólo habilita un número de entradas que permita que todos los espectadores permanezcan sentados.
