DEPORTES
JAVIER MASCHERANO

Corazon Partido

Es hincha de River, debuto en primera en el monumental y defendio durante dos años la camiseta del millonario. Hoy lo enfrenta en un partido que puede quedar en la historia del club.

DOBLE CAMISETA. Con la banda en el pecho, un lujo que se dio como hincha. Y en el Barça, el mejor equipo de la historia.
| Cedoc Perfil

Justo él. El que hace de la sangre el motor de su juego; del sacrificio, su bandera, y del emocionante despliegue, su mayor virtud. Justo él tiene que pararse delante de un micrófono para decir: “Obviamente que uno no se olvida de sus raíces. Aunque en esta situación que me toca vivir soy frío”. Javier Mascherano nunca se imaginó que en una final del Mundial de Clubes, y con River en la cancha, el número 14 de su camiseta sería de los colores del rival del equipo que lo vio nacer como el crack que es y del cual es hincha. Por eso el hoy volante del Barcelona vivirá un partido especial, distinto en su exitosa carrera.

El otro River. El destino quiso que un video suyo llegara a las oficinas del Monumental cuando tenía 15 años. Los ojeadores de River no dudaron un segundo en traerlo desde Renato Cesarini. Fueron seis años en un club que lo despidió campeón en el Clausura 2004. Luego de pasar por Corinthians, West Ham y Liverpool, el hijo de Teodolinda y Oscar encontró su segundo hogar en Barcelona. “¿Si es el partido más difícil de mi vida? No. Cuando estás en un equipo así, no mirás quién está enfrente, la exigencia es tan grande que tenés que hacer lo mejor por vos mismo y por el equipo. River fue una parte de mi vida, pero Barcelona también lo es. Hace seis años que juego acá y me siento muy identificado con el club”, explicó esta semana en Yokohama.
El destino no le jugó una buena pasada la única vez que el Jefecito tuvo al equipo de sus amores como rival. Los octavos de final de la Copa Libertadores quisieron que su Corinthians –en el que brillaba también Carlos Tevez– enfrentara a un Millonario que lo terminaría eliminando. En la ida, con el partido 2-1 para River, el volante del Timao cometió una falta que le costó una segunda amarilla y la expulsión. ¿Quién sufrió el rigor? Un tal Marcelo Gallardo.
Una de las tantas historias curiosas que cruzaron a Mascherano y a River en este Mundial de Clubes fue que el emblema de la Selección argentina fue el objetivo de Rodolfo D’Onofrio apenas levantaron la Libertadores: “Nuestro deseo es que Mascherano juegue el Mundial de Clubes para River, pero no hay ninguna gestión y nadie habló con él sobre el tema. Hay cosas contractuales en el medio que hacen difícil que pueda darse pronto. De todos modos, depende de él. Sabemos que Javier tiene un gran aprecio por el club”.

Un evangelizador millonario. Su amor por el club que lo formó como futbolista lo convirtió en un hombre que trata de convertir a los cracks que tiene como compañeros en hinchas de la Banda. Y vaya si consiguió uno importante. En una entrevista con Fox Sports, luego de haberse quedado con la Champions League que le dio el boleto a Japón, Gerard Piqué mostró su cariño por River: “Sigo bastante el fútbol argentino; River el año pasado hizo una gran temporada. Y por Masche, que siempre habla de River, nos hemos hecho un poco fanáticos”.
En este fútbol de dólares y más dólares hay jugadores que empiezan a tomar decisiones con el corazón en lugar de con el bolsillo. Por eso cuando se trata de hablar de su futuro, el nacido en San Lorenzo, Santa Fe, lo tiene claro: “Me gustaría terminar en River donde empecé, pero tengo contrato con Barcelona hasta 2018. Después habrá que ver si estaré en condiciones de poder jugar en buen nivel. Esas son cuestiones que no hay que forzarlas. Es que nunca depende solamente de uno”.

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El River de Gallardo. Pero dejando de lado el amor por el club, Mascherano analizó detenidamente al multiganador equipo de Gallardo: “Ha cambiado nombres, sus formas, pero es un equipo argentino, competitivo, con jugadores ganadores, que lo han demostrado en el último tiempo con el título en el campeonato local, la Sudamericana y la Libertadores. Es un equipo acostumbrado a jugar finales como nosotros, competitivo, que viene haciendo las cosas bien durante mucho tiempo y que ahora llega el momento de jugar la final del mundo”. Esa final que lo tendrá con el corazón partido.