Es un partido decisivo. Nada menos que el encuentro que definirá el torneo Apertura, un campeonato marcado por la violencia y todo tipo de irregularidades que empañaron el desarrollo de la competencia más importante del fútbol argentino.
La consigna es tratar de evitar que la gran final entre Estudiantes de La Plata y Boca Juniors no repita la tendencia que reinó durante la presente temporada. Es por ello que un fuerte operativo de seguridad se desplegará hoy en Liniers, donde Boca y Estudiantes se jugarán el campeonato desde las 17.
Unos tres mil efectivos de la Policía Federal estarán en la cancha de Vélez y sus inmediaciones, según informó el Jefe de esa fuerza, Comisario General Néstor Valleca.
"Habrá 1.500 efectivos dentro del estadio y otros 1.500 en las adyacencias. Se dispuso reducir en un 25 por ciento la capacidad de las tribunas por razones de seguridad y con el propósito de tener pulmones para dividir", comentó el Comisario General.
El operativo de seguridad continuará una vez finalizado el encuentro, con seguimiento de las hinchadas en el festejo posterior a la final.