El costo de mirar partidos

El precio, al menos el de referencia, está fijado. Y no es uno, sino varios: desde un plan de 20 pesos hasta otro que llega a 300. Ese, el más caro, incluiría todos los partidos de Primera en Full HD y una plataforma estilo Netflix para poder ver la B Nacional, la B Metropolitana y la Copa Argentina. El programa Fútbol para Todos ya entró al cementerio y su epitafio está allí, en las tarifas de lo que costaría ver los goles en cada hogar del país. Las carpetas con esos números circulan por la Casa Rosada y la AFA.
Antes de la reunión que mantuvieron el jueves enviados de Turner con el presidente Mauricio Macri y el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, desde la empresa estadounidense desestimaban la posibilidad de que el fútbol siga siendo gratis hasta 2019. “La gratuidad se derrumba en enero”, le dijo a este diario uno de los hombres que diseña el marco contractual entre los clubes y la cadena con sede en Atlanta.
PERFIL accedió a uno de los documentos que boceta cómo será la nueva manera de ver fútbol en la Argentina, algo que entraría en vigencia a partir de enero. Se haría a través de AFA TV, una multiplataforma que habilitará distintas alternativas según el precio que se pague por mes. Para los clientes de Cablevisión y DirecTV, el valor para ver los partidos de Primera oscilaría entre los 20 pesos (en calidad estándar) y los 50 (alta definición). Pero la opción más completa, que además incluiría el Ascenso, la Copa Argentina y otros torneos regionales, tendría un costo estimado de 150 pesos.
“Ese mismo plan, pero sin ser abonado a ningún cable, va a tener un precio aproximado de 20 dólares, que al cambio de hoy son 300 pesos”, aseguraron. Este último punto fue una de las consecuencias del encuentro del jueves en Balcarce 50. A raíz de un reclamo de los dos cableoperadores más importantes del país, Turner quiere diferenciar entre abonados y no abonados. De todas formas, algunos partidos seguirán transmitiéndose por TV abierta: Turner aspira a quedarse con Telefe en los próximos meses, y de esa manera contará con una pantalla propia para emitir “uno o una serie” de encuentros por fin de semana.
AFA TV será una sociedad compuesta por la AFA (70% del paquete accionario) y Turner (30%), a la que podría sumarse el Grupo Clarín, un viejo conocido del negocio de la pelota, que el miércoles –un día antes de la reunión en la Rosada– se juntó con funcionarios de Turner. En el Gobierno quieren que si Clarín se suma, lo haga en un segundo plano. Y Cablevisión, propiedad de Clarín, reúne el 40% del mercado del cable en la Argentina, una tentación para cualquiera que quiera hacer pie en este nuevo escenario.

Palabra empeñada. La promesa del Gobierno de garantizar la transmisión de los torneos por canales abiertos hasta 2019 se va diluyendo semana a semana. Un factor fundamental para explicar este giro es la crisis política y económica que vive la AFA. El pedido de los clubes para rescindir el vínculo con el Estado servirá para explicar, en un futuro cercano, por qué se rompió uno de los compromisos de campaña que Macri había levantado como bandera para convencer a indecisos.
Lo cierto es que los clubes buscaron el fin del Fútbol para Todos porque Turner ofrece una suma mucho más suculenta. En el fútbol argentino, las tesorerías prevalecen por sobre las ideologías. Y los 7.500 millones de pesos que garantiza la empresa estadounidense para los próximos tres años alcanzaron. A esos 7.500 millones se le podrían añadir otros mil millones en el transcurso de este mes, que aliviaría la transición. “Turner quiere garantizarse la seguridad jurídica y un negocio sólido. Y para eso, hay que llevar a la dirigencia a un plano de entendimiento”, dice Horacio Gennari, el posible director de AFA TV.
El jueves, en la Casa Rosada, el vicepresidente ejecutivo de Turner Latinoamérica, Joel Whitten, mostró dudas sobre cómo mecanizar el pago mensual  y evitar las triangulaciones de dinero que realizaron los dirigentes durante los últimos años. Hay tres vías posibles: que los pagos se hagan a través de la tesorería de la AFA, de la comisión normalizadora que lidera Armando Pérez o directamente a los clubes. Aunque todas, dicen en Turner, ofrecen algunas dudas.