En el tan esperado derby español, el Real Madrid se impuso por 1-0 este domingo como visitante con gol del brasileño Julio Baptista a un Barcelona que, como era de imaginarse, sintió la ausencia del lesionado Lionel Messi. Así, el conjunto "merengue" logró afianzarse en la punta del torneo de liga español, al aumentar a siete puntos su ventaja sobre los azulgranas.
Ni un desdibujado Ronaldinho, que se llevó los silbidos del público, ni un voluntarioso Samuel Eto'o, muy combativo pero poco efectivo, permitieron hacer olvidar a Messi, a pesar de que Frank Rijkaard trató de inyectar juventud con las entradas del mexicano Giovani Dos Santos y Bojan Krkic en la segunda parte.
El Barça comenzó el partido presionando a los contrarios con el portugués Deco llevando el control del balón, ante una inicial falta de presencia de Andrés Iniesta y Xavi Hernández, mientras el Real Madrid buscaba más la contra con salidas de hombres rápidos como Sergio Ramos, Robinho o Baptista.
Los blancos dieron un primer aviso con un cabezazo de Pepe en el minuto 12, que logró parar bien Víctor Valdés. Tras ello siguió un toma y daca continuo hasta la media hora de juego, en que Iniesta tomó el control del balón en el Barça y comenzó a ser uno de los hombres claves de su conjunto.
Sin embargo, cuando mejor estaban jugando los azulgranas llegó el gol blanco tras una buena jugada de Baptista, que se fue en carrera, combinó con Ruud Van Nistelrooy en una magnífica pared y entrando a la carrera soltó un tiro cruzado para decretar el 1-0 a los 35 minutos.
Tras el descanso, el Barça aumentó la presión sobre la defensa blanca, sin lograr romper el muro formado por hombres como Fabio Cannavaro, Gabriel Heinze, Pepe o Sergio Ramos. El técnico azulgrana ante la situación decidió introducir en el terreno a Dos Santos por Deco para tratar de dar mayor velocidad al juego catalán, mientras Iniesta seguía mostrándose como el más peligroso con un buen tiro que paró el arquero Iker Casillas.
Sin embargo, poco a poco se fue notando la falta de fuerza en ambos equipos, lo que se tradujo en una serie de faltas que hacían lento y trababan mucho el juego. Esto favoreció el dominio que tenía el Real Madrid, que perdonó en un contragolpe en el que Sergio Ramos, acompañado por cuatro compañeros, no pudo con Carles Puyol, que acto seguido tuvo que retirarse del campo.
En los últimos minutos, el Barça contó con algunas ocasiones en los pies de Krkic, que recién entrado por Xavi Hernández soltó un gran tiro que paró Casillas. Sin embargo, todo quedó como estaba, con una victoria que deja al Real Madrid como único líder y al Barça con un sólo punto de ventaja sobre el tercero, el Espanyol, que venció como visitante por 2-1 al Atlético Madrid de Sergio Agüero y Maxi Rodríguez.