Hace cuatro años, Carlos Tévez tuvo la responsabilidad de patear un final definitorio. Fue contra Uruguay, en Santa Fe, también en cuartos de final. Enfrente estaba Fernando Muslera. Tévez se acercó pateó a media altura y el arquero se quedó con la pelota. Seguramente se quedó con mucho más: con cuatro años de historia del ya jugador de Boca en la selección.
Anoche, en Viña del Mar, el delantero tuvo revancha. También había un arquero con prestigio en frente. David Ospina había sido la figura de la cancha, por lejos. Tévez pateó también a media altura. Pero esta vez fue al otro palo. Y fue gol. El fin de un sufrimiento de cuatro años y de super sufrimiento de noventa minutos: Argentina ganó un partido en la definición rápida, un partido que debió haber resuelto antes.
En los noventa minutos en los que hubo un elemento en común en el partido, que se mantuvo cuando Argentina jugó bien, cuando jugó muy bien y cuando llegó el momento de la “merma física”, como lo llama el técnico Gerardo Martino: un jugador que se destacó sobre el resto y que influyó largamente si no en el resultado, en el desarrollo del partido: el arquero colombiano, David Ospina tuvo una actuación sobresaliente, con tres o cuatro atajadas que además de mantener el cero en su arco, desanimaron a los jugadores argentinos que, otra vez, generaron mucho y concretaron demasiado poco.
Quizás el momento más distintivo de la actuación del arquero colombiano fue en el primer tiempo, cuando en la misma jugada primero le tapó el gol a Sergio Agûero y luego a Lionel Messi a los 26 minutos del primer tiempo. A partir de allí se sucedieron las jugadas lucidas. Dos intervenciones luego de sendos corners en los que se lució. Y demostró tener suerte..
Y en su único error, fue el defensor Elkin Murillo el que resolvió la situación. Colombia fue solo su arquero. Lo que no es poco y, a juzgar por la definición, fue muchísiimo.
Tan poco fue la selección que dirige Néstor Pekerman que, a los 23 minutos del primer tiempo debió salir Teo Gutiérrez por razones técnicas y fue reemplazado por Edwin Cardona. La razón es clara: el equipo no podía tener la pelota. sin muchos resultados.
Pelota que tuvo -casi todo el tiempo- Argentina. Con un buen primer tiempo de Javier Pastore, elegante, claro y de los laterales, Marcos Rojo y Pablo Zabaleta Y con un Messi, irregular, a veces brillante. El mejor, aunque jugando poco. Hasta los penales. Hasta Tévez, Hasta la revancha.
