Mientras en Sudamérica el fútbol empieza a tener algunas fechas de regreso, en Argentina la disputa futbolera sigue pasando por dos ámbitos: el judicial y el mediático. Eso, encima, quedó recrudecido luego de las declaraciones del presidente Alberto Fernández, quien cuestionó los constantes cambios que realiza la AFA en los torneos.
Como toda batalla judicial, detrás de cada presentación hay un motivo político. Sergio Massa, Máximo Kirchner y los resabios del angelicismo en la Justicia y la AFA aparecen en esa escena que casi nunca los muestra, pero en la que siempre están.
Desde hace más de un mes, con la actividad en pausa y los clubes haciendo malabares para subsistir, la guerra central que se libra en el fútbol argentino es entre San Martín de Tucumán y la conducción de Claudio “Chiqui” Tapia. Por supuesto, tiene sus implicaciones políticas, pero el origen es fundamentalmente deportivo: la decisión de AFA de dejar en suspenso los ascensos. El club tucumano, que estaba primero en la zona 2 de la Primera Nacional, fue el único que se opuso a la reelección de Tapia y hasta llevó su reclamo hasta el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
San Martín de Tucumán es presidido por Roberto Sagra, el zar del juego en el norte del país y amigo de Daniel Angelici, con quien comparte su condición de empresario del rubro bingos y casinos. Esa, aunque complementaria, es otra de las razones para entender la beligerancia de San Martín.
La disputa tiene sus réplicas en denuncias y acusaciones de todo tipo. Una de las últimas es la que presentó el tesorero de AFA, Pablo Toviggino, contra el juez del Tribunal Fiscal de la Nación, Miguel Licht. Licht es fanático de Atlanta, el otro club perjudicado directamente por esta decisión, y se convirtió desde hace algunas semanas en una referencia en Tucumán por exponer jurídicamente por qué la AFA debía otorgarles los ascensos a estos dos equipos, punteros en sus respectivas zonas.
“Yo lo único que hice fue hablar de fútbol. En mis redes sociales, en notas periodísticas, y más formalmente con un amicus curiae haciendo una interpretación jurídica del reglamento”, le dice Licht a PERFIL.
“La denuncia no tiene nada que ver con lo deportivo”, le asegura a Perfil Toviggino, mano derecha de Tapia y el dirigente que fortaleció el fútbol de Santiago del Estero en los últimos años. Su presentación se basa en que el juez Licht, supuestamente, incitó a romper la cuarentena luego de la marcha que hicieron hinchas de San Martín en Tucumán, en reclamo de la decisión de la AFA. Licht había retuiteado una imagen de esa marcha, aunque también había cuestionado que se hubiera dado en el contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Toviggino es patrocinado por el abogado Ignacio Jakim, cercano a la familia Mahiques.
“No tiene un solo efecto jurídico. Es solo para amedrentarme. Pero más que amedrentar, me genera bronca”, asegura Licht, profesor titular de Derecho Administrativo. Y agrega: “Dediqué toda mi vida al derecho, lo que menos quiero es hacerme visible por esto. En ese sentido, estoy arrepentido de haber presentado todos esos argumentos”.
La disputa tendrá más episodios. En los pasillos judiciales, en la rosca política y en el tribunal internacional del deporte. Mientras tanto, la actividad sigue sin fecha de reinicio.
