El Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil se reunirá hoy para resolver si Renault cometió espionaje en el caso por presunta posesión de información confidencial de McLaren. La decisión será decisiva para el futuro de Fernando Alonso, ya que si la escudería francesa no recibe sanción alguna, el piloto español podría desembarcar en el equipo de cara a la temporada 2008.
El Consejo deberá definir si Renault infringió el artículo 151 del reglamento de la máxima competencia del automovilismo y es susceptible de ser sancionado por poseer documentos confidenciales de McLaren en sus computadoras.
Desde la escudería francesa consideran que no serán multados, pero McLaren exige una sanción similar a la que ellos recibieron por espiar a Ferrari: 72 millones de euros y la pérdida de los puntos del Mundial de Constructores.
Lo que pase con este caso será de vital importancia para el futuro inmediato de Alonso, quien podría llegar a Renault por dos años y un tercero condicional, a pesar de que preferiría firmar sólo por una temporada.
La decisión de Alonso condiciona el futuro de Giancarlo Fisichella, que vino compitiendo con Renault y ayer se entrenó en Jerez con un Force India. "Me ofrecen un proyecto interesante. He probado con ellos para tener otras opciones de futuro", dijo.
Esta posibilidad abriría la puerta de McLaren a Heiki Kovalainen. En caso contrario, Alonso podría acabar en Honda o Toyota, y De la Rosa en McLaren.
En Renault, afirman que este caso no es comparable al de McLaren y Ferrari y confían en que la amistad de Flavio Briatore con Max Mosley, presidente de la FIA, y con Bernie Ecclestone, patrón de la F-1, sea determinante.
El director de Renault siempre apoyo los planes técnicos de futuro de Mosley y tiene muchos negocios conjuntos con Ecclestone. Según algunas informaciones, ambos le dieron garantías de que no ocurrirá nada irreparable.
Briatore cree que lo suyo no es un caso de espionaje. "Aquí no hubo una sustracción fraudulenta y continuada de documentos de un equipo sino el fichaje de un técnico que había estado en McLaren y que se llevó información, algo bastante habitual", aseguró.
Esta información ocupaba tres megas en 11 disquetes que el ingeniero Phil Mackereth se llevó consigo cuando dejó McLaren en marzo de 2006.
El equipo inglés argumenta que los datos fueron introducidos en la computadora de la oficina técnica de Renault y estuvo a disposición de los ingenieros e incluso del Renault Seven, grupo de sabios que analiza cuestiones técnicas.
"Toda esta información era conocida por el equipo técnico y circuló por la escudería produciendo un claro beneficio y una ventaja ilegal", aseguran los abogados de McLaren.
Fuente: Télam