DEPORTES
se completó el partido suspendido

Estudiantes se acomodó entre los clasificados y le complicó la vida a Boca

El triunfo del Pincha le puso adrenalina a la Zona B. Estudiantes quedó en segundo lugar, pero la próxima fecha cierra de visitante de Lanús, que está tercero y no puede darse el lujo de resignar puntos. Boca está obligado a ganarle a Godoy Cruz en la Bombonera y esperar el resultado del resto de los partidos. Anoche, después de un primer tiempo sin emociones, el encuentro se resolvió con un cabezazo de Correa y una floja reacción de Romero.

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Por una cabeza. Estudiantes festeja el anticipo de Correa, que llevó al Pincha al segundo puesto. | fotobaires

Todo indicaba que era un empate cantado. Un cero a cero aburridísimo, un resultado que, en definitiva, les servía a los dos. A Boca lo mantenía en el lote de los cuatro clasificados, y a Estudiantes a un triunfo de superar a Lanús, su rival en la última fecha. Pero como el fútbol es lindo por estas razones, cuando nadie esperaba nada, Estudiantes lo ganó en un córner, en la única jugada de peligro que generó en este partido suspendido por la convulsión que sufrió Javier Altamirano 26 días antes, en una escena que al principio conmocionó a jugadores e hinchas, y que después generó alivio porque el futbolista chileno –ahora en su país– empezaba su recuperación.

Estudiantes lo ganó por un cabezazo de Javier Correa y por un error de Chiquito Romero, que no pudo retener o despejar una pelota que no parecía tan difícil. Es cierto: a esa altura del partido ya llovía y la cancha –y la pelota– ya estaba mojada, difícil para cualquier arquero, sobre todo en esas jugadas en las que el balón pica ante y hace como un sapito. Así fue el gol. Así nació el festejo colectivo en 1 y 57 porque de repente el Pincha pasó de estar afuera a estar adentro, casi clasificado, en la segunda posición de la zona B.

Fue tan cerrado y tan áspero el partido, que a medida que pasaban los minutos quedaba claro que solo podía cambiarse por una jugada. Por un gol: y esa definición surgió a través de un anticipo y un cabezazo perfecto de Correa en el primer palo, luego de un córner de Piatti con el ángulo invertido. Quedó claro el valor de esta victoria al final, cuando el estadio crujió con el pitazo final y Enzo Pérez, referente y capitán del equipo, saltó como si se tratara de una final.

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Boca pudo haber cambiado la historia en una guapeada de Lema –que jugó, paradójicamente, acaso su mejor partido desde que llegó al club– y un centro rasante de Zenón que Cavani no pudo conectar. ¿Algo más? No. Ni Boca ni Estudiantes hicieron mucho más que eso. O sí: el local hizo el gol. Y con eso bastó para llevarse tres puntos determinantes.