El tenista chileno se impuso por
6-1, 6-3, 6-1 y
por primera vez definirá
un torneo de Grand Slam. No la tendrá fácil: deberá enfrentar al suizo
Roger
Federer, por lejos el mejor jugador del mundo.
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Cedoc
Al igual que el suizo
Roger Federer, el chileno
Fernando González consiguió su pase a la final del Abierto de Australia
regalándole una clase magistral de tenis a su rival. En tres sets, el sudamericano, décimo cabeza
de serie,
aplastó al alemán Tommy Haas en Melbourne.
Tras lograr un rotundo
6-1, 6-3, 6-1, González
se medirá el domingo en la final al número uno del mundo, que el jueves derrotó al
estadounidense
Andy Roddick, por
6-4, 6-0, 6-2 en la otra semifinal.
El chileno se convierte en el segundo tenista de su país en llegar a la final del Abierto de
Australia después de
Marcelo Ríos, quien fue derrotado en 1998 en el partido decisivo por el checo Petr
Korda, por 6-2, 6-2 y 6-2.
González
no había superado nunca los cuartos de final en un torneo mayor, antes de esta
edición australiana, en la que fue la gran sorpresa luego de eliminar, entre otros, a
Lleyton Hewitt, James Blake y Rafael Nadal.
Como en las rondas precedentes, González, de 26 años,
mostró una notable solidez y literalmente barrió de la cancha a Haas, un tenista
que buscaba su primera clasificación a una final en torneos de Grand Slam, después de dos
semifinales en el Abierto australiano, en 1999 y 2002.
Exhibiendo una superioridad que hizo recordar el triunfo de Federer sobre Roddick, González
utilizó con categoría sus imparables golpes de drive para arrollar a Haas y pasar así a una final
que se anuncia verdaderamente explosiva, entre los dos jugadores más brillantes del torneo.
