DEPORTES
en el viaducto

La orquesta de Verón se llevaba todo, pero Arsenal se lo empató

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Si está en cancha, es el foco. Presencia, apellido, jerarquía, pegada. En Estudiantes es él. Su capitán, el tipo de 38 años que volvía al fútbol profesional, después de un año. El Pincha jugaba anoche dos partidos. Uno contra Arsenal. El otro, para sondear realmente cómo estaba Sebastián Verón. El pelado de barba candado es un póster que no cambia; misma imagen, calidad intacta. Era la noche de Verón, el toque de distinción de un Estudiantes. Cuando su equipo ya saboreaba el triunfo, el árbitro vio mano de Leonardo Jara y Julio Furch ajustició de penal a Rulli. Y entonces, no fue noche de brujas.

Tarjeta veloz. El equipo visitante se movió como si fuera local. Salío a encerrar a Arsenal y encima se encontró con un hombre de más en el primer cuarto de hora, por la expulsión de Mariano Echeverría; exageración del árbitro Giannini. La ley de la compensación se produjo media hora después, cuando vio la roja Jonathan Silva, por una infracción menor. Otro error del juez.
Con el partido planchado, Estudiantes era el principal beneficiado. Desde los 31 ganaba con gol de Duván Zapata, que con algo de suerte capturó un remate pifiado de Román Martínez. El resto fue puro oficio. Equipo ordenado, al ritmo de Verón, mantuvo a Arsenal lejos de Rulli.
Y cuando tuvo que intervenir, el joven arquero se mostró seguro y eficiente. Al cabo, un reflejo de Estudiantes que recién sufrió al final con un penal dudoso.
Furch impidió que el equipo de Pellegrino empezara con el pie derecho. Con el pie de Verón.

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