Si hay algo seguro en este torneo argentino, el más divertido de ver de los últimos años, es que hay equipos que dan ganas de sentarse a verlos. No por tener un equipo repleto de figuras, ni por tener un juego asociado que deslumbre al espectador. Sino porque sus partidos nunca son aburridos. Goles a favor, goles en contra. Goles. Godoy Cruz es el abanderado de esos equipos espectáculo. Ante Atlético Rafaela no fue la excepción y los mendocinos se llevaron el festival de goles por 4-3.
En el primer partido del equipo sin Carlos Mayor, despedido entre semana, y de Daniel Oldrá al frente del Tomba, los visitantes salieron desde el minuto cero a hacer lo que sabe: atacar. Y un descuido de los locales le permitió al ecuatoriano Jaime Ayoví abrir el marcador. Pero todo lo bueno que tiene en ataque lo tiene de flojo en defensa. Por eso no sorprende que sea el equipo más goleado, por lejos, del torneo con 33. Apareció Serrano y la Crema igualó el resultado.
Pero este Godoy Cruz se basa en el arco contrario. Y en el Monumental de Rafaela sus delanteros estuvieron derechos. Rubén Ramírez y nuevamente Ayoví mandaron a los visitantes con una cómoda ventaja al descanso. Pero el local supo reponerse muy rápido, y en dos minutos dejó todo como al principio con los gritos de Federico González y Nicolás Orsini. El partido entró en un ida y vuelta que dejó el trámite del partido para cualquiera. Y ese cualquiera fue el Tomba, que con un golazo de Leandro Fernández se quedó con todo.Por lo menos, esta vez tuvo su premio.
