La de Diego Simeone como técnico de River no es sólo historia terminada, sino también repetida. Y es que, lejos de algo aislado o raro, su triste final es toda una constante que viene afectando al club de Núñez en los últimos años. Más precisamente, desde que, allá por comienzos de 2002, José María Aguilar comenzara a ser el presidente de la entidad.
A partir de entonces, efectivamente, seis directores técnicos pasaron por la institución millonaria, y sólo uno de ellos no se fue insultado o en medio de una gran crisis del plantel: Ramón Angel Díaz, el entrenador más exitoso de toda la historia riverplatense, a quien Aguilar -que lo había recibido como herencia de la administración anterior- despidió por "no dar el perfil" luego de festejar con él la obtención del Clausura 2002.
Tras esa salida forzada del riojano, que no fue óbice para que el titular millonario intentara su regreso el año pasado, fue designado DT de los de la banda el chileno Manuel Pellegrini, con quien el club ganó el Clausura 2003. Sin embargo, un mal desempeño del equipo en el torneo posterior, una caída por 2-0 en el Monumental ante Boca y una final de la Copa Sudamericana perdida ante el Cienciano de Perú determinaron su salida al final de ese mismo año.
Fue entonces el turno de una de las últimas grandes glorias riverplatenses, Leonardo Astrada, quien venía de colgar los botines como campeón unos meses antes. En su primera experiencia como DT, el Jefe arrancó con todo, obteniendo el Clausura 2004. Luego, no pudo suplir correctamente las idas de algunos referentes del equipo, sufrió el impacto del escándalo Ameli-Tuzzio y terminó renunciando a mediados de 2005, tras un oprobioso 1-4 frente a Banfield en el sur.
La dimisión de Astrada reabrió las puertas del club a otro referente millonario: Reinaldo "Mostaza" Merlo, que volvía a "su" River con el aval de haber sacado campeón a Racing en 2001. No obstante, después de terminar el equipo sexto en el Apertura 2005 y eliminado en octavos de final de la Copa Sudamericana, en el verano el escándalo volvió a estallar en Núñez.
Concretamente, en esta oportunidad fue un problema con uno de los líderes del plantel, Marcelo Gallardo, lo que motivó que Merlo renunciara y volviera al club otro de sus próceres: Daniel Passarella. Tampoco el Kaiser, sin embargo, pudo ratificar sus buenos antecedentes al frente de la primera millonaria. Su nuevo ciclo terminó al cabo de un 2007 pésimo para el club, que hasta fue eliminado en la fase inicial de la Copa Libertadores por un equipo venezolano.
Así, tras la fallida intentona de Aguilar por convencer a Ramón Díaz para que dejara San Lorenzo, llegó al club Diego Simeone, quien hoy se convirtió por ende en el quinto DT designado por el presidente millonario que, incluso después de haber sido campeón, debe irse del club con el rabo entre las patas. A esta altura, obviamente, ya no puede hablarse de casualidad.
