Las épocas doradas del seleccionado Sub 20 de la mano de José Pekerman, Hugo Tocalli y Pancho Ferraro quedarán en la historia grande del fútbol argentino: ganaron casi todo lo que jugaron y nutrieron a la selección mayor de grandes jugadores. El propio Pekerman se encargó de dejar en claro que el objetivo principal del Sub 20 debe ser promover jugadores a la selección mayor. Ese ciclo parece estar agotado. Sergio Batista, Wálter Perazzo y Marcelo Trobbiani utilizaron 74 jugadores para los sudamericanos de Venezuela, Perú y Argentina, el Mundial de Colombia y el Panamericano de Guadalajara 2011. Pero hasta el momento sólo seis llegaron a debutar con la mayor.
Después del último título que ganó el Sub 20, el Mundial de Canadá 2007 con Hugo Tocalli como técnico, se jugaron tres mundiales más, de los cuales Argentina no clasificó a dos. Estuvo ausente en Egipto 2009, por haber hecho un pésimo Sudamericano en Venezuela con Batista al mando, y en 2013 en Turquía, cuando el técnico Trobbiani fracasó en el Sudamericano jugado en la Argentina el mismo año. El único que pudo llevar al juvenil a otro campeonato mundial fue Perazzo en 2011, pero quedó afuera en cuartos de final contra Portugal. Ese mismo año también se jugó un Panamericano, en el que Argentina logró la medalla de plata al perder la final 1-0 con México, lo que podría ser el logro más resonante de los últimos siete años.
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“Argentina tiene que estar siempre dentro de los cuatro semifinalistas. Si se logra el título mucho mejor, pero la mayor satisfacción que uno tiene es ver cómo los jóvenes con los que uno trabajó llegan a ponerse la camiseta de la selección mayor”, dijo Ferraro, el técnico campeón con el Sub 20 en el Mundial de 2005 disputado en Holanda.
Los que llegaron. Uno de los juveniles que lograron debutar con la selección mayor es Franco Zuculini. Fue citado por Diego Maradona para jugar un amistoso contra el combinado panameño, y entró a los 12 minutos del segundo tiempo por Fabián Rinaudo, en lo que era la selección conformada por jugadores locales.
Rogelio Funes Mori logró debutar en 2012, cuando Sabella lo convocó para disputar el superclásico de las Américas ante Brasil. El Tucu Pereyra, actualmente en la Juventus, también disputó ese partido contra Brasil, y fue convocado por el actual DT, Gerardo Martino, para jugar contra Brasil y Hong Kong.
Otro que llegó a dar el salto es el jugador del Benfica de Portugal Toto Salvio. En total, disputó siete encuentros, de los cuales seis fueron amistosos contra equipos de poca relevancia como Cataluña, Panamá o Costa Rica, y sólo uno por Eliminatorias. De todos estos juveniles, el único que llegó a jugar un Mundial con la Selección es Federico Fernández, el defensor surgido en Estudiantes de La Plata que hoy juega en el Swansea.
Tal vez la aparición más importante en este último tiempo es la de Erik Lamela, que jugó algunos partidos por Eliminatorias con Sabella. El jugador del Tottenham fue convocado para el primer amistoso de la era Martino, contra Alemania, donde convirtió su primer gol con la selección mayor en el 4-2 contra el último campeón del mundo.
Para Jorge “Indio” Solari, fundador del Club Renato Cesarini, este déficit en los juveniles no se da sólo en la Selección, sino que es un problema del fútbol argentino a nivel global. “Hay mucha diferencia entre las etapas amateur, juvenil y profesional. Hay que tratar de equipararlas para que el jugador no fracase en el momento de dar el salto. Y se hace mucho más complicado cuando se trata de un chico del interior del país, donde por lo general la formación es más pobre. Se va a mejorar cuando alguien logre nivelar todas estas etapas”, opinó Solari.
De los juveniles que están disputando el Sudamericano en Uruguay, el defensor Emanuel Mammana es el único que ya debutó en la mayor. Fue en el último amistoso del seleccionado de Sabella antes del Mundial de Brasil, contra Eslovenia. El técnico optó por cuidar a Martín Demichelis y Ezequiel Garay, y en su lugar puso al sparring.
