Los hinchas chilenos desafían prohibición argentina

Luego de la goleada por 4 a 1 que sufrió Gimnasia frente al Colo Colo en el partido de ida de los cuartos de final por la Copa Sudamericana y la suspensión del partido por la agresión al argentino Nicolás Cabrera, el equipo de La Plata dispuso, con autorización de la Conmebol, que el partido de vuelta se juegue sin público visitante. Sin embargo, un grupo de fanáticos del equipo chileno viajarían al país para presenciar el encuentro.

El posible viaje de los barras preocupa a los dirigentes del Colo Colo, y así lo hizo saber el capitán del equipo, David Henríquez. “Si nos tratan mal –a los jugadores-, será así y nosotros sólo tenemos que jugar. Más miedo me da por la gente de Colo Colo, ya que nosotros tenemos seguridad, en cambio, a los hinchas los dejan tirados. Les pido que tengan precaución”.

Según informó el portal transandino Terra.com, los fanáticos que lleguen desde Chile se juntarán en Buenos Aires con sus pares del club Chacarita. A pesar del acto de provocación, se espera que no ingresen a la cancha y que la jornada se desarrolle con la mayor tranquilidad posible.

Con respecto a la determinación del club argentino, el dirigente platense, Juan José Muñoz, confirmó la decisión y aseguró que “en el estadio sólo habrá hinchas de Gimnasia". La medida se tomó luego de una consulta hecha por la directiva a los organismos de seguridad locales.

"Los incidentes ocurridos en Chile aconsejan que el partido sólo se dispute con público local. Hay que evitar problemas", dijo el director del Comité de Seguridad Deportiva de la provincia de Buenos Aires, Mario Gallina.

"El secretario de la Confederación Sudamericana (CSF), Eduardo De Luca, se encargó de notificar la determinación a las autoridades del Colo Colo, para que pongan en conocimiento de sus hinchas que no deben viajar" a Argentina, añadió el dirigente.

Muñoz recordó que el reglamento de la CSF indica en un artículo que los clubes están autorizados a poner en venta a sus aficionados todas la localidades. Los dirigentes estiman que asistirán al encuentro alrededor de 40.000 espectadores.

El partido de ida, que ganaba el equipo chileno por 4 a 1, tuvo que ser suspendido a los 87 minutos cuando una piedra arrojada desde la hinchada impactó en Cabrera. A pesar de que el encuentro no se terminó de jugar, la Conmebol dio por terminado el partido y mantuvo el 4 a 1 como resultado final.