Se fue. El 2006 ya es historia, pero dejó dudas y preguntas sin respuestas. Interrogantes que dispara el sentido común, con cuestiones en apariencia obvias, pero no tanto. Porque en la mayoría de los casos ningún responsable y/o protagonista los respondió poniendo las cosas blanco sobre negro. Diciendo lo que hay que decir.
Por eso presentamos hoy el juego de los "por qué", un divertimento si se quiere ingenuo, con aire distraído, pero no tanto: propone desde las preguntas una mirada crítica sobre los puntos negros de un fútbol que no vivió su mejor año. Estas son sólo algunas de las inquietudes. El lector puede sumar las propias.
¿Por qué Pekerman bancó a Riquelme contra viento y marea, aún en los peores momentos, en un ejemplo de fidelidad a un estilo y a una convicción, para terminar sacándolo del equipo en el tramo decisivo del Mundial, en los 20 minutos finales del partido con Alemania?
¿Por qué los periodistas deportivos depositaron antiguas fantasías de potrero, y ungieron en su gran mayoría como Mesías de la redonda a un chico de apenas 19 años, como Messi, que no había atravesado hasta el Mundial exámenes competitivos y continuados de máximo nivel, lo cargaron de presiones y encima lo transformaron en escudo de batalla para dirimir cuestiones de estilo y estética entre los propios periodistas?
¿Por qué Pekerman abusó del bajo perfil, y lo usó como bandera ante la opinión pública, en un puesto que no es para los que se jactan del perfil bajo, al punto de no haberse animado a lo que debía, finalmente, animarse?
¿Por qué la Selección no juega desde Argentina 78 y México 86 al menos tres partidos mundialistas seguidos como la tarde del 6-0 ante Serbia y Montenegro, una sinfonía que hizo historia efímera, con tapas espectaculares y exitistas de los diarios, pero que no sirvió para entrar de nuevo en la gran Historia, con mayúsculas?
¿Por qué la Selección arriesgó, y perdió, prestigio internacional a cambio de un contrato millonario con empresarios rusos sin que nadie de la dirigencia, que asistió en legiones generosas al Mundial de Alemania invitada por la AFA, saliera a cuestionarlo?
¿Por qué Basile dejó a Boca, que se perfilaba para el "tri", para jugar apenas un par de partidos en la Selección, precisamente a causa de ese contrato?
¿Por qué Rafael Di Zeo, el mandamás de la barra brava de Boca, el hombre que se jacta de tener "la mejor agenda de contactos políticos del país" logra una y otra vez evitar que sus huesos vayan a dar a la cárcel, aunque tenga fallos en su contra?
¿Por qué Macri, que propone una cruzada de moralidad reparadora en el plano político, no embiste contra el hombre sindicado en el mundo de fútbol como un emblema de las patotas más violentas?
¿Por qué nadie en River pudo identificar ante la Justicia a los miembros de la barrabrava del club, que tajearon las cubiertas de sus autos y apretaron a varios jugadores, y se pavonean en los pasillos del Monumental, además de "hacer huevo" cada día en la confitería del club, donde piden desde dinero hasta favores personales a jugadores y dirigentes?
¿Por qué su presidente Aguilar pidió licencia desbordado por la presión de la barra y cuando regresó, en vez de hablar del tema y sumarse a combatir a los violentos se dedicó a pelearse en público con Macri por cuestiones de la política nacional?
¿Por qué Macri eligió responderle en vez de tomar alguna medida firme como asumir el derecho de admisión en los estadios que hubiera dejado afuera al Rafa Di Zeo de la Bombonera, donde es recibido como un señor?
¿Por qué los dos presidentes de los clubes más poderosos de la Argentina no dan ejemplo de transparencia, ética y convicción para romper lazos definitivos con las barras de los clubes que dirigen, señaladas como las dos más peligrosas del fútbol argentino?
¿Por qué Grondona sigue usando su muletilla preferida ("Todo pasa") y pone paños fríos en las políticas antiviolencia, que nunca son todo lo enérgicas que deberían ser?
¿Por qué Grondona no impulsa y defiende esas políticas con el mismo empeño con el cual consiguió jugosos contratos para la Selección argentina y la AFA?
¿Por qué sigue muriendo gente en los torneos del fútbol argentino, pero en cambio no caen presos ni mucho menos son condenados los grandes responsables intelectuales y materiales del oprobio de la violencia en las canchas?
¿Por qué Bielsa medita una y otra vez su regreso a la actividad profesional como si de él dependiera vaya a saber qué cosa trascendente para el fútbol argentino?
¿Por qué Gago debió resignar su prima para que se concrete su incorporación al Real Madrid?
¿Por qué bajo cuerda y en off the record son muchos los dirigentes que critican la conducción de Grondona, pero al final lo terminan votando religiosamente?
¿Por qué son tantos los por qué?
Finalmente, ¿por qué?