La Bombonera tuvo su tarde-noche surrealista. En un partido benéfico, organizado por la Fundación PUPI, Diego Maradona sacó a relucir su cargo de entrenador full time y apartó a Néstor Ortigoza del resto de los jugadores para darles indicaciones tácticas.
Mientras, Gago y Burdisso miraban la flamante pantalla gigante ubicada arriba de la popular local, que no estaba cuando ellos jugaban en Boca. Hay más: entre los futbolistas de elite –por casos, Saviola, Zanetti y Mauro Zárate– se filtraba la figura de Marcos Milinkovic, quien jugó con zapatillas, a falta de botines de su talla. El voleibolista no desentonó y marcó el primer gol de su equipo, Amigos de Javier .
Si algo le faltaba al partido para mostrar su costado cercano al show fue el momento de la ejecución de un penal del conjunto de la Fundación PUPI. En lugar de patear al arco, Enzo Francescoli tocó la pelota a la espera de alguien que convirtiera.
El improvisado goleador fue Angel Sánchez, el árbitro del partido, que anotó el tercer gol del equipo de los de blanco. Antes, Fernando Redondo había marcado, también de penal, el empate parcial de los hombres de negro.
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