En una final repleta de emociones y en la que a modo de homenaje todos los jugadores lucieron en sus casacas el nombre de Antonio Puerta, el futbolista español fallecido el martes, el Milan conquistó este viernes la Supercopa de Europa, al vencer por 3-1 a un Sevilla todavía conmocionado por la trágica pérdida de quien todos consideraban su valor más promisorio.
Los prolegómenos del partido estuvieron marcados por el recuerdo al jugador sevillista que murió, con un minuto de silencio realmente estremecedor y las hinchadas de ambos equipos ejemplarmente hermanadas. Poco antes, la salida de los jugadores portando camisetas con la inscripción "Puerta" en su dorso ya había aportado un detalle tan curioso como emotivo al cotejo.
Muchos tenían dudas respecto de la fortaleza anímica que el Sevilla podía mostrar en estas circunstancias, pero rápidamente se vio que el conjunto español mostraba su habitual potencia. Ya al minuto 14, de hecho, se adelantó en el marcador, con un gol de Renato tras un córner. En recuerdo de Puerta, todo el equipo celebró la conquista unido y con sus dedos señalando al cielo.
El gol afianzó el juego del Sevilla, que apostó por cerrarse atrás y jugar al contraataque. Y suyas siguieron siendo por un rato las ocasiones más claras. De hecho, el partido pudo quedar 2-0 a los 25 minutos, cuando Kanbouté se deshizo del arquero Dida y cedió atrás para que Renato, con todo el arco para él, estrellase el balón en la pierna de Nesta, que salvó bajo los palos.
Así, el Sevilla se marchó al descanso con una ventaja que pareció pequeña. Pero el Milan fue otro tras el descanso, especialmente porque se enganchó al gran juego generado por Pirlo. A todo ello contribuyó el propio Sevilla, que se echó muy atrás e hizo muy largo el campo al atrincherarse en su área.
El empate llegó a los 9 minutos del complemento y nació tras una preciosa apertura de Pirlo con un taconazo hacia Gattuso, que progresó por la derecha, ganó la línea de fondo y puso un centro medido para Filippo Inzaghi, quien cabeceó a la red libre de marca.
El Sevilla acusó el golpe y el Milan lo aprovechó para incrementar su ofensiva. El equipo italiano volteó el marcador a los 16 minutos, gracias a una distracción del Sevilla y una maravilla de combinación. Pirlo dibujó un pase desde 40 metros y el checo Marek Jankulovski conectó una volea espectacular con la zurda, que sorprendió al arquero Andrés Palop.
A partir de allí, el Milan situó el encuentro en su escenario favorito y el Sevilla pareció desconcertado. De repente, dio impresión de que al equipo español se le echaron encima todas las emociones vividas en los últimos días, además del cansancio.
Finalmente, fue Kaká el encargado de ejecutar al Sevilla, creando un penal que él mismo lanzó. Palop rechazó, pero el brasileño retomó el balón y lo empujó a la red. Kaká señaló con su dedo el nombre de Puerta inscrito en su camiseta, y luego Clarence Seedorf volvió a acordarse del antiguo jugador del Sevillla al ser sustituido.
Ahí terminó una noche de fútbol y algo más. El conjunto italiano terminó muy por encima de su rival y conquistó una Supercopa llena de emociones, con la figura de Puerta en el recuerdo de todos.
FICHA DEL PARTIDO:
MILAN: Dida; Oddo, Nesta, Kaladze, Jankulovski; Pirlo, Ambrosini; Gattuso (Emerson, m.72), Kaká, Seedorf (Brocchi, m.88); e Inzaghi (Gilardino, m.87).
SEVILLA: Palop; Alves, Poulsen, Escudé (Luis Fabiano, m.82), Dragutinovic; Keita, Martí (Kerzhakov, m.64); Jesús Navas, Renato, Duda (Maresca, m.74); y Kanouté.
Goles: 0-1, m.14: Renato. 1-1, m.54: Inzaghi. 2-1, m.61: Jankulovski. 3-1, m.85: Kaká.
Arbitro: el austríaco Konrad Plautz.
Campo: Luis II.
Fuente: DPA.
