DEPORTES
Derechos Humanos

Mundial de Qatar: Denuncian la muerte de 6.500 trabajadores

Construyen en condiciones extremas rutas, estadios y hoteles. La Fundación para la Democracia Internacional exige la intervención del presidente de la FIFA Gianni Infantino.

Qatar trabajadores
Trabajadores migrantes en la construcción de los estadios qataríes. | AFP

Cientos de miles de personas en pleno siglo XXI viven en Qatar un drama humanitario. La Fundación para la Democracia Internacional denunció condiciones de esclavitud en la construcción de los estadios para el Mundial 2022 que se llevará a cabo en Qatar. Según su informe “Detrás de la pasión”, murieron más de 6.500 trabajadores, una media de doce vidas por semana desde el 2010. Los activistas de derechos humanos exigieron la intervención del presidente de la FIFA, Gianni Infantino y pidieron reiteradamente a las asociaciones de fútbol a nivel mundial que tomen cartas en el asunto.

El presidente de la Federación de Museos de Derechos Humanos, Guillermo Whpei, denunció las violaciones de los derechos humanos en Qatar, donde viajan miles de inmigrantes procedentes de Nepal, India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Filipinas y Kenia para trabajar en construcciones vinculadas a la Copa del Mundo que se llevará a cabo el año que viene. Los

Los dos millones de trabajadores migrantes construyen rutas, vías de ferrocarril, estadios, hoteles y centros de convenciones, entre otros. Casi el 40% trabaja en el sector de la construcción, que ha vivido un repunte al albor de las infraestructuras proyectadas para albergar dentro de dos años la competición deportiva más importante del mundo.

Los trabajadores están obligados a trabajar entre 16 y 18 horas diarias, siete días a la semana, realizando tareas al aire libre y soportando temperaturas que alcanzan los 50 grados. “Como si esto fuera poco, las viviendas que les proporcionan son espacios reducidos en los que viven hacinados, sin contar con las mínimas condiciones higiénicas” asegura Whpei. Trabajar en altas temperaturas exige al sistema cardiovascular un esfuerzo extra, esto sumado al estrés por calor produce ataques cardíacos fatales y otros problemas cardiovasculares que provocan la muerte de estos trabajadores.

El Mundial 2022 generó más muertos en Qatar que el coronavirus

Desde la primera presentación del informe “Detrás de la pasión” al Papa Francisco en Roma en mayo del 2018; la presión del Vaticano al Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para que la institución tome cartas en el asunto; y la presentación de estos datos en Madrid en la Casa de las Américas en junio del 2018, la Fundación para la Democracia ha seguido de cerca la evolución de las medidas tomadas por el gobierno qatarí.

Aunque se ha abolido del sistema kafala de esclavitud moderna hasta hace poco prevalente en los países del Golfo, aún hoy, en 2021, tanto empleadores como el Estado qatarí continúan poniéndola en práctica sobre los obreros. “La confiscación de los pasaportes -que los trabajadores entregan firmando un formulario-, las altas tarifas de contratación, las condiciones inhumanas en las que realizan su trabajo y se alojan, el no pago de los haberes en término y las prácticas engañosas de captación siguen siendo habituales en Qatar” denuncia Whpei.

Al igual que en el resto del mundo, la pandemia de Covid-19 ha agravado en forma desesperante la situación de los obreros en Qatar, dado que muchos de ellos han quedado confinados en campos de trabajo, muchos de ellos sin salario y sin la posibilidad de volver a sus países o seguir trabajando. El riesgo de contagio crece día a día y al no contar con la correspondiente cobertura médica, la situación constituye una verdadera emergencia sanitaria. “Además, a pesar de que se aseguró a los trabajadores que los cierres de la zona industrial no afectarían al pago de los salarios ni a la cobertura de las necesidades básicas, esto no se está cumpliendo” asegura Whpei.

Fundación para la Democracia Internacional reconoce los avances realizados en legislación laboral en Qatar, la adhesión del país árabe a dos importantes tratados internacionales de derechos humanos, la instauración de un salario mínimo, la instalación de una oficina de OIT en ese Estado y la cooperación de ésta con el Estado qatarí a fin de seguir trabajando por los derechos de los trabajadores, “entendemos que aún queda mucho trabajo por hacer para estar en consonancia con los derechos reconocidos a los trabajadores por las convenciones internacionales en la materia” concluye Whpei.