El manager del seleccionado argentino de fútbol, Carlos Bilardo, desmintió anoche estar enojado en el entrenador Diego Maradona y dejó entrever su sospecha de que hay gente que quiere separlos. "Con Diego estuvimos enojados diez días en el '88, cuando jugamos contra Alemania. Yo quería que él venga y se concentre porque jugábamos el miércoles. Se quedó lunes, martes, se concentró, se terminó el partido y se lo llevaron rápido en un coche para Ezeiza", recordó Bilardo, como para que quede claro que su relación actual con el entrenador es normal.
"Estamos bien, es una relación desde el '83", remarcó Bilardo, tras la reunión que mantuvo en el predio de Ezeiza con todo el cuerpo técnico que encabeza Maradona. Eso sí, ante una consulta de los periodistas, Bilardo deslizó que sospecha que hay interesados en desunirlos. "No quiero pensar eso, pero qué raro, no", contestó.
El director general de los seleccionados argentinos insistió en sostener que está a disposición de Maradona para proporcionarle sus puntos de vista cada vez que el conductor lo considere necesario. "Estamos hablando y vamos a seguir hablando. Si Diego me pregunta, respondo, si no, no", repitió Bilardo.
Respecto de lo ocurrido en el cónclave con el cuerpo técnico, fue Bilardo quien le ofreció detalles a los periodistas, ya que Maradona se había retirado primero limitándose a decirle a los cronistas que simplemente se había tratado de "una reunión de trabajo". "Estuvimos conversando cómo vamos a hacer para jugar esos dos partidos que vienen y esos partidos (amistosos) que queremos hacer", precisó el manager.
En cuanto a los próximos compromisos por las Eliminatorias, ante Colombia en el Monumental y frente a Ecuador en el Atahualpa, se admitió que están recurriendo a los contactos que tienen en Quito, o a quienes vivieron experiencias futbolísticas en esa capital, ubicada a 2800 metros sobre el nivel del mar.
"Le estoy pidiendo informes a toda la gente que conozco porque tengo muchos amigos allá, periodistas, jugadores, técnicos. Estuvo (Marcelo) Trobbiani, estuvo (Edgardo) Bauza", reconoció quien guió a la Argentina a dos finales mundialistas, la de la conquista en México '86 y la del subcampeonato en Italia '90.
Está búsqueda de datos para el encuentro clave ante los ecuatorianos, programado para el 10 de junio en Quito, por supuesto que es minuciosa porque se quiere evitar un disgusto, con más razón tras la goleada sufrida el 1 de abril en los 3600 metros sobre el nivel del mar que se padecieron en La Paz. Bilardo avaló los preparativos que se tomaron para ese juego con los bolivianos, pero reconoció que allí el equipo albiceleste no funcionó.
"Lógicamente la altura perjudica, es normal, pero también el calor, el frío, porque si no Bolivia hubiera salido campeón del mundo", argumentó. Quien fue antes de asumir su actual rol en la AFA el secretario de Deportes de la gobernación de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, habló también del dolor que le causó el duro e histórico revés sufrido en el Siles.
"Después de la derrota de Bolivia estuve cuatro días sin querer hablar con nadie y Diego, igual. Ahora hay que levantar", resaltó.
"Nosotros la fuerza que tenemos que hacer es para que vean que no hay discusiones entre nosotros. Que se haya jugado mal es un tema, pero discusión entre nosotros no hay", remarcó Bilardo, con la intención de dejar en claro que de ninguna manera hay fisuras en su relación con Maradona.
Bilardo tocó otros dos temas antes de dar por concluido su informe a la prensa y esos estuvieron relacionados con Alejandro Mancuso y Juan Román Riquelme. De Mancuso, quien es amigo personal de Diego y se desempeña como ayudante de campo, Bilardo destacó: "Con Mancuso estuvimos conversando sobre lo que puede ser y tiene que ser un grupo muy unido".
En cuanto a si hay alguna posibilidad de que se reincorpore al seleccionado el renunciante Riquelme, el manager le pasó la pelota a Maradona y al actual armador xeneize. "De Román no se habló nada y todo depende de Diego y de Román", se limitó a responder.
En definitiva, Bilardo pareció asumir un rol más participativo en el seleccionado, tal como pretende el presidente de la AFA, Julio Grondona.
Fuente: DYN