Otro motivo de festejo: la vuelta de Gago

En un atractivo y emocionante partido, que marcó el regreso de Fernando Gago a Boca y la despedida del fútbol de Daniel Rolfi Montenegro, Huracán revirtió dos goles de desventaja ante el alternativo del bicampeón Boca, aunque el 3-3 final no le permitió asegurar su clasificación a la Copa Libertadores 2019.

El Globo empezó mejor y se adelantó rápidamente por intermedio de Ignacio Pussetto, a los cinco minutos del primer tiempo. Sin embargo, con el correr de los minutos el Xeneize se asentó, lo empató con un cabezazo de Emmanuel Mas, enseguida lo dio vuelta Walter Bou y sobre el cierre de la primera etapa amplió Junior Benítez con otro testazo.

Ante un estadio repleto de sus hinchas, los dirigidos por Gustavo Alfaro se repusieron a puro empuje y corazón, y llegaron a la igualdad también gracias a dos cabezazos: el primero de Diego Mendoza y el segundo de Andrés Chávez, que reemplazó a Montenegro, cuando todavía quedaban 20 minutos.

Fue un encuentro electrizante el que abrió la mañana del sábado en Parque de los Patricios, que ya se sentía especial en las tribunas, por la despedida de Rolfi Montenegro y el regreso de Fernando Gago en Boca luego de siete meses lesionado. Y Huracán salió a jugarlo como una verdadera final, aprovechando la pasividad de Boca y el pesado campo de juego debido a la lluvia caída los últimos días.

Por eso, no extrañó que Pussetto adelantara rápido al Globo, después de una rápida transición que tuvo asistencia de Montenegro, para que el 7 bravo enganche y defina ante el achique de Sara. El desconcierto de Boca se mantuvo hasta los 20 minutos, pero ahí se agigantó la figura de Guillermo Sara, habitual suplente de Agustín Rossi, que respondió en forma soberbia ante Nicolás Silva y Montenegro, para evitar el segundo de Huracán.

Pero de a poco, a partir del manejo de Gago, Cardona y Reynoso, el Xeneize recuperó la memoria y empezó a arrinconar a Huracán. Lo empató Mas de cabeza a la salida de un córner -que estaba sufriendo horrores con Pussetto-, lo dio vuelta Bou con una definición de primera tras pase de Junior Benítez y el propio exLanús amplió la ventaja antes del descanso desde otro córner xeneize.

El 3-1 parecía mucho premio para Boca y mucho castigo para un Huracán que había hecho méritos para ampliar la ventaja y se iba con las manos vacías. Pero Alfaro tocó la fibra íntima de sus jugadores en el entretiempo, los obligó a ponerse el overoll para no dejar escapar esta oportunidad para un equipo que tenía como principal objetivo lograr la permanencia y terminó entre los cinco primeros.

El mayor mérito de Huracán fue llevar a Boca a su juego, a la desprolijidad, al golpe por golpe, que si bien lo dejó expuesto al arquero Marcos Díaz en algún momento, también le permitió tener muchas situaciones favorables. Mendoza, con un cabezazo después de un rebote de Sara ante el remate de Chávez, descontó e hizo explotar a la parcialidad quemera. Y cuando quedaban 20 minutos de juego, Pussetto guapeó una pelota increíble contra el córner ante Chiccó y Buffarini, Silva metió el centro y Chávez cumplió con la infalible Ley del Ex para poner el 3-3.