Al igual que en campeonato pasado, el árbitro Sergio Pezzotta será el encargado de dirigir el Superclásico del fútbol argentino entre Boca y River, que se jugará el próximo domingo en la Bombonera. Será la tercera vez que dirija el partido más importante.
En el encuentro disputado en el torneo Clausura 2006, el juez echó a tres jugadores y el partido termimó igualado 1-1.
El Superclásico ya se comenzó a palpitar y esta mañana, en menos de media hora, los hinchas de River agotaron las entradas que se pusieron a la venta.
Boca dispuso 2.865 lugares para que los hinchas millonarios presencien el partido, una cantidad que causó disgusto entre las autoridades del club de Nuñez.
Frente a la escasa cantidad de entradas, las autoridades de River decidieron realizar la venta por vía telefónica. A partir de las 8 -y en menos de media hora- aquellos socios con la cuota al día hicieron desaparecer todas las localidades.
Los dirigentes millonarios quedaron tan disconformes que además de pelear por más tickets prometieron pagarle a la hinchada de Boca con la misma moneda el próximo superclásico que se juegue en el "Monumental".
Sumado al hecho de tener que modificar el modo de venta, desde Nuñez se agregó la demora con que Boca anunció el espacio destinado a los hinchas "Millonarios".